Crónica de montería en Picoroto, por Monteros de Encinasola
El hotel de Encinasola servía de nuevo de punto de reunión a los cazadores que iban a acompañar a Monteros de Encinasola en una nueva jornada de campo. El toque de queda: siete treinta de la mañana. La organización quería comenzar temprano dada la gran extensión a cubrir y el excesivo calor que ha marcado este arranque de temporada.
Migas con torreznos y tacos de asta de ciervo para el sorteo por armadas como viene siendo habitual en esta orgánica andaluza.
Tal y como se sorteaba iban abandonando el local los cazadores a quienes habían correspondido en suertes los cierres, que frotaban sus manos soñando con un lance tras los ansiados venados que alberga ésta quebrada finca.
No se hicieron esperar los primeros lances y ya antes de la suelta había conocimiento de un buen venado abatido en el cierre de la Baltasala.
Varios fueron los puntos de suelta y, tras la misma, los perros no tardaron en dar con los encames. Las ladras se sucedían unas a otras alternadas con disparos de los monteros, que disfrutaron de lo lindo en una montería de ritmo constante.
El calor volvió a hacer mella en los canes, muriendo un par de ellos por golpes de calor a pesar de que la finca posee bastantes puntos de agu. El calor dificultó de nuevo la tarea de empujar las reses.
Aún así, finalmente se compuso un plantel de 22 venados y 21 jabalíes, destacando la calidad media de los venados, con uno oro que abatió Jose Luis González y dos bronces, uno de ellos de Iván Sánchez y otro de Ignacio García, destacando también un muy buen cochino de entre los jabalíes y cuatro navajeretes.
Una buena montería con una calidad media-alta en sus trofeos.
Crónica de Carlos Casilda