Crónica de Montería El Sobral de Vegas del Sever

18 diciembre, 2015 • Sin categoría

Vegas del Sever monteaba en esta ocasión en Portugal en un día duro de lluvia y viento. Aun así se pudieron cobrar 36 jabalíes de los cuales cabe destacar el porte de tres de ellos.

Jabalí abatido en la Monteria El Sobral de Vegas del Sever.

Si el frío fue la tónica dominante el día anterior, el agua lo iba a ser durante la mañana del 13 de diciembre, cuando Vegas del Sever se desplazaba a tierras portuguesas para ofrecer una jornada a cochinos para sus monteros.

El Salón O Sobreiro, de Fortios, era el punto de reunión acordado por Borja Galavís para realizar el desayuno y el sorteo. Algo atípico fue el desayuno en esta ocasión, con friturías variadas, filetes a destajo, migas aderezadas con leche o migas portuguesas, que así las llaman, torrijas y un largo etcétera de comida para los allí presentes.

Comenzaron a llegar los cazadores y empeoraba el día, hasta el punto de temer por la jornada. El sorteo se realizó en esta ocasión por armadas, pero no fueron saliendo pues esperaban a ver cómo evolucionaba el tiempo.

La lluvia se mostró intermitente. Comenzaron a salir los cierres de la Vía y la Morra en una primera instancia. La ribera de Nono y los cierres Alto y Bajo seguían a la caravana, que se vio interrumpida por un montero despistado de la armada de la Vía que se quedó tranquilamente en el salón, temiendo a la lluvia, pensamos.

Con la entrada de las traviesas se completó el mapa de la montería y todo se encontraba tranquilo en los instantes previos a la suelta. La lluvia era lo único que se podía escuchar, golpeteando en paraguas y gorros que hacían más llevadera la mañana.

Momentos antes de la suelta, a la lluvia se le sumó una fuerte ventisca que movía incesantemente las hojas de los eucaliptos y hacía imposible escuchar nada. Mancha muy apretada, sin tiempo de reacción, sumada a un día de perros, era un presagio de lo que podría pasar.

Sobre la una y diez, hora española, los perreros habrían portones y se formó “la de Cristo bendito”: ladras por doquier y carreras en todas direcciones exceptuando hacia la Vía, que por alguna razón, llamémosle aire, los cochinos evitaban sobremanera. Así, de los 13 puestos que ocupaban la línea, tan solo dos de ellos tuvieron oportunidad de jugar lance, siendo esta la armada más desafortunada. En el cierre de la Morra, los primeros disparos los hacía el número 8, seguido de un servidor, que se quedaba con una marrana que había seguido a un cochino como un oso, que debido a andar enfrascado en la limpieza del agua en las gafas me fue imposible tirar, fallándolo estrepitosamente a continuación el ocupante del número tres, indicándome momentos después que le entró de cara y que, viéndole las portentosas defensas, esperó a que le diese el costado para no estropear el trofeo, tapándose y provocando el fallo. Una cochina se cobraba en el 7 y dos en el 6 para completar esta armada, aunque la mejor fue la de la ribera, con diez cochinos abatidos. Sin duda, el puesto de la montería lo tuvieron en esta ocasión D. José Manuel Hernández y Sra., quienes en el número uno de la ribera, conseguían hacerse con seis cochinos, dos de los cuales fueron robados por gente que estaba en la retranca, al igual que otros dos jabalíes de los cierres Alto y Bajo que no fueron hallados después de haberlos marcado. Portugal is different.

Antonio Pinilla JR conseguía un par de jabalíes; también el amigo Sastre conseguía hacerse con otro, un servidor con la cochina, Francisco Carretero con otra enorme cochina, el amigo casi sigue con su racha… En fin, la suerte sed repartió entre los allí presentes.

La jornada estuvo marcada por el agua y el intenso viento, que provocaron numerosos fallos en lances rápidos y sobre escurridizos guarros en un monte muy apretado.

El desapacible día, el ser domingo y el estar en Portugal, que parece estar aún más lejos de casa, hizo desaparecer pronto a los monteros y deslució un plantel que mostró un buen resultado que podía haber sido aún más abultado de no ser por estas vicisitudes. Aun así, 36 cochinos fueron los que finalmente se cobraron en una montería que ponía punto y final a un magnífico fin de semana para Vegas del Sever.

Crónica de Montería por Carlos Casilda


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