Crece y se expande la población de oso pardo de la cordillera Cantábrica
La población cantábrica de oso pardo se extiende por León, Asturias y Galicia. Así lo han afirmando desde la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León y la Fundación Oso Pardo durante la jornada celebrada en Ponferrada sobre este plantígrado. La población de toda la Cordillera Cantábrica está sobre los 240 ejemplares y no para de crecer, según informan los representantes de ambos patronatos. Ante este crecimiento de la población, existe el temor de que los osos toleren cada vez más la presencia humana y se acerquen a los pueblos.
Catorce osas en edad de criar se pasean por el Alto Sil y las incursiones de la especie, que cada vez amplía más su hábitat, llegan a Los Ancares y a las lindes con Galicia, según los últimos datos facilitados ayer por la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León, dependiente de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, y de la Fundación Oso Pardo durante la jornada dedicada al oso pardo cantábrico que acogió la Escuela de Ingeniería Agraria (Estia) del Campus de Ponferrada.
La población de osos pardos no ha dejado de crecer en el triángulo formado por Palacios del Sil, Villablino y el puerto de Somiedo, hasta el puerto de que ya se han producido avistamientos de algunos ejemplares en antiguos territorios como Los Ancares, incluso al otro lado de la frontera con Galicia, según confirmó el representante de la Fundación del Patrimonio Natural, Daniel Pinto. «Los osos no entienden de fronteras», advirtió, satisfecho, como el representante de la FOP, Luis Fernández, porque la población en toda la Cordillera Cantábrica ronde ahora los 240, incluyendo 40 hembras en la zona occidental y 10 en la oriental, cuando a mediados de los años noventa se contaban con los dedos de una mano el número de osas y algún año —la especie tiene crías cada dos— no llegó a haber ninguna osezna en gestación en el oriente cantábrico.
Los miembros de la mesa redonda organizada ayer en la Estia también expresaron su temor porque el oso empieza a acostumbrarse a la presencia del hombre y cada vez se acerca más a los pueblos. Las patrullas de la Fundación del Patrimonio Natural vienen interviniendo hasta cuatro veces al año para espantar a osos de los pueblos en su ámbito de actuación en la Cordillera Cantábrica. Pinto dejó claro que la Junta de Castilla y León apuesta por contar con el mayor número posible de osos conviviendo de forma sostenible con el hombre mientras sea posible.
La FOP, que acaba de desarrollar un proyecto Life de la Unión Europea para plantar árboles frutales que alimenten a la especie y subvencionar la instalación de pastores eléctricos que protejan las colmenas, también defendió un turismo osero sostenible, que evite siempre molestar especialmente a las osas con crías, porque aporta recursos a los pueblos.
Más de 600 escolares han participado en 26 talleres impartidos por el voluntario Alfredo Hernández Saldaña y visitado la exposición sobre el oso en el recibidor del edificio principal del Campus de Ponferrada.
Informa C. Fidalgo para diariodeleon.es