Comprar al vecino carne de caza de forma legal: en un futuro no muy lejano

Comprar a tu vecino carne de caza o de corral será posible si el Ministerio de Sanidad flexibiliza la venta por parte de productos de alimentos de origen animal como está previsto que se haga, medida que quiere equiparar la legislación española a la de otros países europeos y favorecer el desarrollo del medio rural y los canales cortos de distribución.

La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) trabaja, junto al Ministerio de Sanidad, en la redacción de un Real Decreto que regulará y flexibilizará la venta directa por parte de los propios productores de alimentos de origen animal al consumidor final.

Venado atravesando la postura de un cazador en montería. / J Carlos Calvo

Venado atravesando la postura de un cazador en montería. / J. Carlos Calvo

El Real Decreto, del que se ha publicado este mes una nueva revisión del borrador, persigue equiparar la legislación española a la de otros países europeos y favorecer el desarrollo del medio rural y los canales cortos de distribución. De hecho, facilitará que los productores pongan parte de sus alimentos en la mesa de sus vecinos sin tener que pasar por las grandes cadenas de distribución. Eso sí, ateniéndose a una serie de requisitos que permitan garantizar las exigencias en materia sanitaria y de higiene que fijan los reglamentos europeos.

El Gobierno de Aragón ya había avanzado en esta dirección. Las Cortes aprobaron a finales de febrero un Proyecto de Ley de venta local de productos agroalimentarios que persigue impulsar la compra-venta de productos de proximidad. Sin embargo, el texto autonómico deja fuera de su ámbito de aplicación la comercialización de carne de caza y la de otros animales criados y sacrificados en pequeñas explotaciones y para los que a día de hoy existe un importante vacío legal.

Con el objetivo de potenciar «un nuevo sistema de comercialización más próximo a las zonas de producción», la nueva regulación nacional fijará unas condiciones más flexibles que permitirán comercializar pequeñas cantidades de este tipo de productos primarios tanto al consumidor final como a establecimientos locales de venta al por menor.

Aves de corral, liebres y conejos

Para empezar, se permitirá por primera vez, aunque bajo ciertas condiciones, la comercialización de carne procedente de aves de corral y lagomorfos (conejos o liebres) sacrificados en pequeñas explotaciones. Carne que por ahora solo puede destinarse al autoconsumo ya que todos los animales deben pasar por mataderos autorizados -a excepción de las aves destinadas a la producción de foie-gras-. Esta exigencia, vigente a día de hoy, dificulta a los pequeños productores rentabilizar sus explotaciones. Sin embargo, de aprobarse el texto, se podrá autorizar la venta directa a los vecinos de carne procedente de pequeñas granjas de conejos y liebres, de codornices y/o perdices, y de pollos que utilicen un sistema de cría ecológica, campera o en libertad.

Carne de caza

Se permitirá además, aunque solo «en casos excepcionales y debidamente justificados», que los cazadores vendan directamente a sus vecinos o a las carnicerías de sus municipios pequeñas cantidades de carne fresca de caza mayor silvestre. Aunque solo una canal por cazador a la semana y, de momento, no se contempla la posibilidad de hacer lo mismo con las piezas de caza menor; algo que ya han detectado y que reclaman desde la Asociación de Rehalas Regionales de Caza y Libertad (ARRECAL). De todas formas, para este tipo de venta directa de carne, la comunidad autónoma tendrá que establecer un sistema que permita asegurar antes su control sanitario que además, en caso de tratarse de especies sensibles a la triquina, deberá incluir un análisis de detección de esta enfermedad.

Lo que sí permitirá fácilmente la nueva regulación a los cazadores que hayan recibido una formación previa en sanidad animal (que habrá que especificar y desarrollar) es hacer ellos mismos una revisión inicial de las piezas abatidas y entregarlas directamente en los establecimientos de manipulación de caza para su control veterinario. Algo que ahora se realiza en ocasiones de forma ilegal y que venían solicitando tanto desde ARRECAL como desde las federaciones de caza para evitar desaprovechar este tipo de producto. «En algunas zonas de Aragón, por ejemplo, hay superpoblación de conejos y jabalíes y esto ayudaría a dar salida comercial a la carne y aprovechar las piezas cobradas en determinadas modalidades de caza que a día de hoy no están siendo objeto de comercialización. Aunque siempre bajo un estricto control de que la pieza procede de una actividad cinegética legal», apunta Nicolás Urbani, veterinario colaborador de la Federación Aragonesa de Caza.

En cuanto a las cantidades, los cazadores piden que se precise el número de piezas que podrán comercializarse tanto para caza menor como mayor. De momento, el borrador contempla la entrega directa en estos establecimientos de hasta dos piezas diarias de caza mayor silvestre abatidas en las modalidades de rececho o aguardo aunque, según avanza Urbani, parece más factible que el Ministerio se decante por aprobar la entrega directa de una única canal de carne a la semana.

Informa heraldo.es