Claves para iniciar a los jóvenes podencos en la caza
Lo primero que hay que aclarar es que no es estricta (la edad de iniciación), ya que muchos perros, al igual que las personas, tienen inteligencias diferentes, personalidades diferentes o simplemente la forma en la que se han criado ha sido totalmente diferente […] No siempre a dos perros de la misma edad se le pueden aplicar los mismos inicios en el mismo tiempo ya que lo pueden asumir de una forma diferente.
Nos encontramos en el inicio de una nueva temporada de caza tras haber pasado un verano en el que muchos de nosotros hemos criado no solo nuevas camadas sino nuevas ilusiones, nuevos retos y expectativas. La iniciamos cargados con la esperanza de haber acertado a la hora de seleccionar nuestros perros buscando nuevas cualidades, mantener algunas de las que ya teníamos o recuperar otras que con el paso de los años se han ido apagando.
Por otra parte, es época de que muchos podenqueros nóveles se aventuren a iniciarse en esta espectacular raza incorporando algún podenco a sus jornadas cinegéticas, no menos cargados de ilusión pero a su vez con la incertidumbre de lo que esta maravillosa raza puede llegar a ofrecerles. Tampoco están exentos de sentirse algo desconcertados sobre cómo deben ser los inicios de su podenco, ya que esta raza es única pero exige de quienes la tienen unos conocimientos mínimos sobre lo que el podenco necesita y conlleva.
La emoción y las ganas de ver reflejado en el campo todo nuestro trabajo nos invaden, incluso manteniéndonos desvelados en cada noche previa a nuestra jornada de caza.
La selección, la socialización, la obediencia, son algunos de los pasos previos, importantísimos y obligatorios, que habremos tenido que trabajar cuidadosamente antes de este gran día, para cumplir cada ciclo de nuestro podenco. La hora de la verdad por fin llega y es momento de ver en el campo todo aquello que tiempo antes hemos soñado e imaginado tantas y tantas veces en nuestra mente.
Inicios sin prisas ni falsas expectativas
En cuanto a nuestras expectativas, es muy normal hoy en día ver vídeos de cachorros a muy temprana edad corriendo tras un conejo en un picadero al igual que lo es el escuchar a algunos podenqueros decir que sus perros cazan con pocos meses de edad a un nivel considerable. Este hecho, y otras muchas veces el de que el inicio de la temporada se nos echa encima, que nuestro perro pueda venir de una camada tardía y a que nuestra propia ilusión nos juega alguna mala pasada, puede hacer que tengamos demasiada prisa a la hora de iniciar un cachorro en la caza. También sucede que tras ver en internet muchos grandes y experimentados podencos, nos generemos unas expectativas desorbitadas para la edad de nuestro cachorro, lo que puede ser muy contraproducente para él. Un mal inicio puede hacer que un perro muestre magníficas cualidades pero nunca pueda llegar a desarrollar todo su potencial, quedándose estancado y perdiendo muchísimas de las cualidades con las que nos podría haber premiado.
Personalmente creo que la mejor receta para poder comenzar las andaduras de nuestro cachorro es la paciencia, la capacidad que podamos tener para interpretar lo que necesite en cada momento y muchísima capacidad de comprensión para poder adaptarnos a lo que él indirectamente nos vaya pidiendo. Cada perro es diferente, y lo que muchas veces sirve para uno no tiene por qué ser efectivo para otro.
Comenzando por la edad en la que un cachorro normalmente se inicia en la caza, lo primero que hay que aclarar es que no es estricta, ya que muchos perros, al igual que las personas, tienen inteligencias diferentes, personalidades diferentes o simplemente la forma en la que se han criado ha sido totalmente diferente, por lo que algunos pueden estar preparados muchísimo más tarde que otros. No siempre a dos perros de la misma edad se le pueden aplicar los mismos inicios en el mismo tiempo ya que lo pueden asumir de una forma diferente.
Tiempo de inicio en la caza
Por norma general (recordemos que hay excepciones), yo diría que una edad ideal para iniciar a un podenco en la caza ronda los 7-8 meses, ya que a pesar de que mucho antes muestre gran interés y afición por la caza (algo que habremos podido comprobar en los campeos previos) hay ciertos factores que debemos tener muy muy en cuenta. El no hacerlo puede ser perjudicial para el perro y puede evitar que su inicio y evolución sean los correctos.
El número de aspectos a tener en cuenta en la iniciación de un podenco es interminable, aunque creo que estos son algunos de los más importantes y son premisas que hemos de considerar:
- El físico del cachorro aún no está cerrado del todo por lo que su adaptación física a la caza debe ser progresiva. No es bueno de que le carguemos demasiado desde un principio ya que le puede suponer estrés que derive en falta de interés por salir a cazar e incluso puede generarle falta de confianza. Aparte de este hecho también tenemos que tener en cuenta que el perro aún no va a tener todo su potencia y velocidad desarrollados por lo que no le podemos exigir que cumpla en ciertos lances como lo haría un perro adulto.
- El carácter del perro tampoco se ha terminado desarrollar aún, por lo que el exigirle demasiado, perder la paciencia con él o una incorrecta iniciación a los tiros puede marcarle y generar en él miedos e inseguridades que luego pueden ser muy costosas de reparar. Los perros funcionan por asociación, así que su primer disparo siempre que sea posible debería ser persiguiendo a un conejo, algo que le hará asociar enseguida los disparos a lo que más le gusta hacer en el mundo. Otro error que a veces se comete es llevar a un cachorro muy joven a una cacería con demasiados tiros para que se “acostumbre” y por su carácter en parte aún ‘infantil’, como dijimos, podemos generar un miedo enorme en él y un gran rechazo al disparo.
- Su ímpetu muchas veces va a ser desmesurado. La obediencia es algo que habremos tenido que trabajar muchísimo previamente, más aún si nuestro podenco tiene una gran nariz y afición, pero esto no debe hacernos olvidar que nos encontramos ante un adolescente y que conforme se vayan sucediendo los lances su afición aumentará. Todo esto puede hacer que en muchas ocasiones nuestro perro se vuelva desobediente, obcecado por su afán de cazar. También sucede que su ímpetu y su poca experiencia le haga competir e intentar ser el primero en iniciar el lance e incluso pueda fallar en algunos cobros, no comprendiendo que el éxito reside en el equipo y no en las individualidades.
- Carece de experiencia, por lo que muchos lances que perros más experimentados resolverían con solvencia para él serán desconocidos y tan solo serán uno más del que aprender. Los conejos o cualquier otra presa se la jugarán fácilmente y aún no tendrá las tablas suficientes como para ser todo lo listo y resolutivo que sel tiempo le hará demostrar. Solo adquiriendo esa experiencia aprenderá a saber identificar exactamente cada fase de cada lance pudiendo actuar correctamente en cada momento.
- Si se caza con más podencos aún no va a estar completamente integrado con el resto del equipo. Puede que socialmente, si lo hemos trabajado bien, esté perfectamente integrado, pero la experiencia a la hora de conocer a sus compañeros de caza en el monte y la sucesión de lances a su lado va a ser, si tiene cualidades para ello, lo que le va a hacer aprender la jerarquía en el monte de cada uno, su rol dentro del mismo y actuar coordinadamente con ellos (no olvidemos que el podenco es un animal gregario).
- Aún no existe compenetración absoluta con su dueño. Al igual que puede suceder con el resto de podencos, aún no conoce nuestra forma de cazar, no conoce la escopeta (si se caza con ella,)ni que ella suele ser la que mata los conejos. Tampoco sabe bien cómo nos movemos ni que queremos de el en cada momento. Cuánto más hayamos trabajado con el antes de empezar a cazar más fácil será esta compenetración aunque muchas veces la edad del perro también juega un papel importante.
- Nosotros también somos completamente novatos con respecto a él. Por lo general, habremos podido ver en él muchas cualidades. Si es un perro que hemos criado nosotros o del que conocemos su procedencia podremos hacernos una idea del tipo de podenco que es o qué forma puede tener de cazar, pero cada perro es diferente. Poco a poco, nosotros tenemos que aprender de él todo lo que nos puede ofrecer, cómo trabajar con él y su manera de actuar en la caza, algo que si no entendemos seremos nosotros los que no logremos aprovecharle al 100%.
Paciencia y comprensión
La paciencia y la comprensión son FUNDAMENTALES y no hay que olvidar que un podenco no termina de formarse hasta llegar a los 3 años. Si es la primera vez que tenemos un podenco, nuestra formación como podenqueros también es indispensable, ya que cuando adquirimos uno también adquirimos una gran responsabilidad con él. Nuestros fallos pueden convertirse en los suyos.
Intentar formarnos como podenqueros nos puede dar la capacidad de resolver cada reto y cada situación que se nos pueda plantear en el adiestramiento e inicio, transformándolos con tiempo y paciencia en grandes lances y en enormes días de caza a medio-largo plazo. Lo importante está en el disfrute del camino, en ver cómo crece nuestro podenco y en la satisfacción de lo que podemos llegar a conseguir de él, por lo que al igual que si estuviésemos educando a un hijo hay que dejar que cada cosa ocurra en el momento que tenga que ocurrir y cada fase de formación se debe ajustar a las diferentes edades de nuestro podenco.
J. Javier Calonge
Cazadores con Podencos de España