Cinegética descubre a decenas de miles de aficionados una caza sin fronteras

Uno de los trofeos de jabalí expuestos en esta edición de Cinegética / DPS

Un paseo por la última edición de Cinegética a través del periplo cinegético del doctor Eduardo Romero y la amplia oferta de caza por el mundo que se ha ofertado.

Un ciervo cazado en la foresta de Zamora destaca por su majestuosa cabeza y ramificada cornamenta en el frontispicio de los trofeos expuestos la Junta Nacional de Homologación en la Feria Cinegética celebrada de jueves a domingo en Madrid.

Es un venado con una puntuación de 211,23 cazado la pasada temporada , en terrenos abiertos. Lo acompaña el ciervo con la mejor coronación de la temporada, 249, 27 puntos, pero abatido en una finca cerrada de Madrid, que le resta la impronta del salvajismo que distingue a lo libre y que se mueve entre lobos y, posiblemente, por los huertos y sembrados de las poblaciones carballesas o tabaresas.

También es zamorano uno de los dos lobos que dan relieve a la admirada fachada de la venatoria. Es una muestra contemplada y fotografiada por miles de asistentes.

Imbatido sigue todavía el ciervo logrado por el cazador Esteban Iglesias, en Lagarejos. «Seguimos teniendo el honor de detentar el récord nacional de la especie, y a mucha honra» expresa el venador zamorano. Este animal dejó atrás la hazaña de reyes, marqueses y banqueros que llevaban años con la primacía.

Desde el año 1950 a 2018 se han homologado 23.237 venados, 22.397 jabalíes, 9.401 corzos y 537 lobos, entre otras especies, conforme a las cifras difundidas por Homologación.

Es el evento de Naturaleza, Caza y Pesca más importante de cuantos se organizan en España y «de los más reconocidos de Europa» y «el escaparate» ideal para conocer «las últimas novedades en armas, municiones y complementos» de caza. O para contemplar el arte de la taxidermia, de la artesanía, de la orfebrería relacionada con el sector. O para ponerse al corriente del mundo cinegético en cada país o continente, con sus particulares especies. O para degustar la gastronomía derivada de la fauna capturada. O para vestir o calzar lo más montero. O, si se quiere, leer lances de caza cargados de adrenalina. Cinegética es, sobre todo, un foro de conversaciones y de convivencia, donde la palabra fluye apasionada y cargada de emociones.

Un zamorano, además, despierta en todo momento el interés y concentra en torno a su persona lo más granado e incluso corriente del pabellón. Es Eduardo Romero Nieto, natural de Santibáñez de Vidriales, presidente del Museo de la Fauna Salvaje (Valdehuesa, León), «el más importante del mundo, con diferencia», y de la Fundación que lleva su nombre. Los animales que aporta a la Feria son cada año un muestrario de admiración. «Es para que luzca más la Feria», afirma Romero, un referente de la Naturaleza y de la Caza. Este año fue galardonado con el premio.

Apasionado de la caza de montaña, con vivencias en las cumbres más arriscadas del orbe, sostiene que «los mejores corzos del mundo se cazan en España. Ni en Hungría, ni en Polonia ni en Serbia». Hace mención a que en el país puede haber 1.200.000 corzos, y repara en el impacto que está ocasionando en la especie la enfermedad conocida como ‘la moscarda’, una larva que crece y se multiplica en la garganta de este animal y termina matándolo por asfixia.

«Cuando los matas y cortas el cuello hay gusanos por todos los sitios. Están infectados los corzos de la inmensa mayoría de los lugares. En Soria todavía no hay constancia. En la zona de León habrán muerto el 80%, incluidos machos muy buenos. Creo que, como todas las enfermedades, la solución es cogerla pronto porque si no morirán poco a poco. Al cabo es una mosca. Estos años habrá que matar menos porque se puede acabar con ellos. Vas por el campo y oyes como un ronquido, y son los corzos que no pueden respirar» expresa Eduardo Romero al abordar el preocupante problema.

En su criterio, en cuanto a la superpoblación de especies de ciervos y jabalíes que denuncian las organizaciones agrarias, «hay poca unión entre las organizaciones agrarias y los cazadores». Considera que «debería incrementarse la unión y estar junto a nosotros porque gestionamos la caza para que no tengan excesivos daños».

También menciona la sarna como otra enfermedad que castiga a especies como el rebeco e incluso el lobo. «Es triste que haya enfermedades porque haya demasiados animales, lo que exige hacer un control», manifiesta Romero, pero asimismo alude a que existe una propagación de especies domésticas a la fauna, y se refiere a ovejas que permanecen en el campo sin un cuidado y mueren sin mayor atención.

Destaca la importancia del lobo y el buen lugar que ocupa la Reserva Regional de Caza de la Culebra en esta especie, que conoce bien porque «he cazado varios».

El ilustre zamorano es un enamorado de la caza de montaña, de la caza «caracterizada por el silencio, la soledad, el esfuerzo y los animales silvestres». Es lo que se siente en la montaña asiática del Pamir y del Himalaya. Pero también resalta la caza del rebeco, «que es de las más puras que puede haber». No le va la caza «pasiva» que se estila en las monterías.

El Museo de la Fauna, que cuenta como más de 20.000 especies, «y prácticamente todas las del planeta», ha sido enriquecido con «otras cuarenta especies y animales raros».

El extraordinario muestrario, según refiere el propio presidente en su folleto de presentación en Cinegética, «es un proyecto que constituyó una labor titánica, que pudo salir adelante gracias a la colaboración desinteresada de personas y entidades como la Junta de Castilla y León, la Diputación provincial de León, el Ayuntamiento de Boñar, la Universidad de León y la Confederación Hidrográfica del Duero. «La sonrisa del adulto y el contenido grito de sorpresa de los niños que visitan el Museo constituyen la mejor recompensa para mi» expresa el doctor en medicina.

Es de subrayar que Eduardo Romero es un exponente de los hombres que tratan de armonizar la caza, la conservación y el turismo, que supo compaginar la afición cinegética, el amor a la naturaleza y la convivencia con los pueblos primigenios tan distintos como los bosquimanos o los árticos. Está convencido de que caza y ecología son compatibles.

En el parque zoológico del Museo corren ciervos, gamos, muflones, jabalíes, corzos, rebecos y el bisonte europeo con una cría, llamada «Guzmán», que es la niña de los ojos, que «presumimos que ha sido el primer bisonte nacido en León después de 10.000 años».

Pureza genética

La pureza genética es una de las cuestiones que están en el candelero del foro y del sector de la caza.

El levantino Ramírez es uno de los que recibe la visita de los amantes de la perdiz porque la cría y venta de esta especie centra su actividad. «El 99% de la genética de perdiz en España es mala porque no hay reproductores puros y el mercado se abastece de pollito francés, que es híbrido» expresa. «El cliente solo busca precio barato, no calidad, y al que abastece le basta con que lleve patas y plumas. Criar perdiz con pureza a los precios de mercado no es rentable» añade.

En su criterio, la Administración debería poner remedio y califica de «grave» que se homologue la venta de especies que no son puras. Sostiene que «en apariencia» no se distinguen la perdiz pura y la hibridada, y defiende la existencia de la auténtica «porque en el campo tiene otro comportamiento». Subraya que «en la boca todo el mundo tiene lo mejor, pero sin documentación que lo acredite». «El instinto salvaje está en la buena sangre de los reproductores».

En el pabellón de Cinegética 2018 han estado presentes los promotores de cacerías que tienen en sus países especies dignas que ofrecer. Todos los continentes guardan en sus reservas animales atractivos que requieren un control. Cada región o país vende su «paraíso» cinegético. «El turismo tiene una motivación en la caza» expresan en el stand de Turquía, donde el ibex de Bezoar y jabalíes de una envergadura de miedo despiertan el interés.

Rumanía ofrece oso, lobo y rebeco; España lobo, monterías, ciervo, corzo y caza con arco; Estonia alce, oso pardo y lince; Macedonia rebeco, lobo y especies exóticas; Groenlandia «el primitivo muskox» y renos; Inglaterra corzos «y extraños muntjacs o ciervos chinos»; Canada oso negro; Sudáfrica «más de cuarenta antílopes», león, elefante, búfalo y leopardo; Pakistán ibex del Himalaya y markhor; Mongolia argalis; Mauritania «es el destino ideal de los facos y Zimbawe el del leopardo, elefante y búfalo. Hay por el orbe «las cacerías más exigentes del mundo», «verdaderos paraísos», que en algunos casos pueden desarrollarse tras alojarse en «campamentos cinco estrellas».

El rebeco es una de las especies de alta montaña que siempre ha tenido un atractivo. Es tan exigente su caza que el lobo, con ser un predador nato, tiene verdaderas dificultades para hacerse con este ágil caprino. Hoy día es posible cazar rebeco cantábrico, pirenáico, alpino, carpático, caucásico, balcánico y anatólico, entre la decena de clases catalogadas.

También la caza de alto bolsillo ha registrado un retroceso con motivo de la crisis económica. Algunos safaristas cifran «en un 40%» el descenso. Sin embargo, en estos momentos todos hablan de una tendencia hacia la recuperación. No obstante, según apuntan en el puesto de Canadá, «ahora es necesario ofrecer ocho o nueve animales cuando antes bastaba con tres o cuatro».

Informa J. A. García para laopiniondezamora.es