«Cazar enciende en el interior del hombre una llama ancestral que permite conectarse con la naturaleza»
Gonzalo Zamácola responde a la par que Santiago Iturmendi a preguntas acerca de la caza y se enfrenta a alguna que es difícil de responder.
La llegada del otoño y del invierno es para los cazadores la mejor época del año. Además, la cercanía del puente de diciembre y las vacaciones de Navidad son una buena oportunidad para que los amantes de la actividad cinegética disfruten de un fin de semana entre escopetas, perdices y cocina de calidad. Gonzalo Zamácola, director de campo y caza en Finca La Nava y secretario de Ademac (Asociación en Defensa del Medio Ambiente y la Caza) y Santiago Iturmendi, presidente de la Oficina Nacional de la Caza, la Conservación y el Desarrollo Rural, hablan sobre su pasión por la caza: «Cazar enciende en el interior del hombre». Y se defienden de las reiteradas acusaciones de ecologistas: «El hombre como único predador racional debe y tiene que controlar las poblaciones de animales».
Según apunta la Oficina Nacional de la Caza, la Conservación y el Desarrollo Rural, la caza en este país mueve más de 4.000 millones de euros. Además, España es un destino turístico de primer nivel, siendo el macho montés la especie más apreciada (cabra hispánica), y líderes en la caza de perdiz. Sin embargo, esta práctica encuentra mal encaje en las sociedades de hoy, recibe muchas críticas entre los sectores ecologistas e incluso tiene mala prensa. Gonzalo Zamácola y Santiago Iturmendi explican en esta entrevista qué es para ellos y para el mundo que defienden que se experimenta en un día de caza.
¿Qué fechas suele tener la temporada de caza? ¿Sólo se puede cazar en cotos?
Santiago Iturmendi (SI): Las CCAA son las encargadas de fijar las normas y fechas de caza cada temporada. Son competencias exclusivas de las CCAA. Habitualmente la veda general suele ser de octubre a enero, la media veda codorniz y tórtola de mediados de agosto a mediados de septiembre y la caza mayor de septiembre a febrero. El corzo; primavera, otoño y hembras enero y febrero. Y sí, la caza se realiza en los cotos y zonas declaradas cinegéticas como Reservas y otras.
¿Podría describir a las personas que habitualmente practican caza?
SI: La media de edad ronda los 50 años y se puede y se debe considerar una actividad recreativa porque lo es, además de necesaria para el equilibrio ecológico. La caza la practican aficionados de todas las edades, más hombres que mujeres y de todas las procedencias sociales.
Gonzalo Zamácola (GZ): En el caso de las cacerías de perdiz en ojeo, nuestra actividad principal, el perfil de cazador es de alto nivel socioeconómico, con una edad que oscila entre los 40 y 70 años, que disfruta de unos días de caza entre amigos y familia y que buscan en el ojeo de perdiz dinamismo, variedad, ritmo y dificultad.
¿Han notado un descenso en la práctica de monterías en los últimos tiempos? ¿Temen su desaparición?
SI: La montería está viviendo un buen momento gracias sobre todo a la proliferación del jabalí. Tiene muy buen futuro a día de hoy.
GZ: En general la caza está en auge. En contra de lo que la opinión general piensa, cada vez más gente joven comienza a cazar. La discreción ha sido siempre un valor fundamental que se inculca entre los cazadores, quizás por ello parece una actividad tan minoritaria. Pero, nada más lejos de la realidad, se trata de una actividad muy extendida.
¿En montería, cuáles son los animales más cazados? ¿Y los más preciados?
SI: En montería la especie más preciada es el ciervo y la más numerosa ahora el jabalí con mucha diferencia, está viviendo un momento sus poblaciones de clara superpoblación.
¿Qué se experimenta al cazar una animal?
SI: El sentimiento de abatir un animal es el de un reto; el animal vive en su medio donde tiene todos los recursos y se defiende perfectamente, el cazador tiene que demostrar su habilidad para llegar a su captura, demostrando su condición de predador natural y racional. Como dijo Ortega y Gasset la esencia de la caza es la escasez y la dificultad. Hay modalidades de caza donde hay que tener una forma física muy buena para poder lograr el objetivo. Es un sentimiento natural y tan antiguo como la propia existencia del ser humano. Hay que vivir la caza para comprenderla como casi todo en este mundo globalizado y urbanita, con un gran desconocimiento de la Madre Naturaleza.
GZ: La muerte del animal es únicamente la consecuencia de un día de caza. El verdadero sentimiento de la caza proviene de todo lo que le rodea. Cazar enciende en el interior del hombre una llama ancestral que permite conectarse con la naturaleza, con el medio en el que se encuentra, permite resetear la mente de los problemas cotidianos de las grandes ciudades mejor que ninguna otra actividad. Te obliga a centrarte en una estrategia de acecho y abate en un entorno en el que humano tiene desventaja sobre su presa. Y cuando, cazando, cazando de verdad, consigues abatir la pieza dándole una muerte limpia y justa, el sentimiento El sentimiento No, no puedo responder a la pregunta, lo siento, pero es un sentimiento que no se puede describir
¿Cómo se defienden de las críticas de grupos ecologistas? ¿Cómo defienden la caza como una práctica natural?
SI: La misma definición de caza lo dice: «aprovechamiento de un recurso natural renovable». El hombre como único predador racional debe y tiene que controlar las poblaciones de animales, y si no lo hace se produciría un desequilibrio imposible de asumir por la agricultura, ganadería y también por la sociedad; problemas muy serios sanitarios y de seguridad vial por los accidentes, entre otros.
GZ: La sociedad actual vive desconectada del mundo rural y del medio ambiente. El hecho de poder ir al supermercado y poder comprar un filete envasado y preparado ha provocado que la sociedad pierda el sentido de la cadena trófica. No somos conscientes de que comemos constantemente lo que antes eran seres vivos. En su mayoría, carne que ha nacido y vivido estabulada durante toda su vida, que ha sido alimentada artificialmente, y que ha sido ejecutada sin conocer la libertad y sin opción alguna de zafarse de la muerte. Esta vida sí que es un drama para el animal, pero nadie se da cuenta. Así es difícil comprender la caza. Pero muchos que no critican lo anterior sí critican la caza, que genera carne sana, sin procesar, alimentada de manera natural, donde el animal ha vivido en libertad, y ha tenido posibilidad de zafarse de la muerte. Además, el debate no debería enfocarse en cómo muere el animal, si no en cómo vive. La caza es toda una garantía de mejor vida para la fauna.
¿Existe caza furtiva de animales o monterías ilegales?
SI: Sí existe caza furtiva, por desgracia, y cacerías ilegales también, pero es una lacra que tenemos que erradicar entre todos colaborando con los agentes de la autoridad en especial con el Seprona.
¿Los animales cazados se comen durante la cacería? ¿Cómo es la carne de caza?
SI: Por supuesto que toda la caza se come salvo alguna especie puntual como el zorro y además España está empezando a liderar la gastronomía cinegética tanto en la restauración como en la industria del embutido. La diferencia de la carne de un animal de granja a uno salvaje es enorme, el animal salvaje se alimenta de productos naturales y el de granja no.
GZ: Por supuesto, la perdiz es una pieza exquisita y, como toda la carne de caza, muy saludable y natural. Después de cada ojeo los cazadores recogen todas las perdices abatidas, las cuales se destinan previo análisis veterinario, a consumo humano.
Yago Gantes para eleconomista.es