Cazadores zamoranos proponen suspender la caza de la perdiz roja

Los cazadores solicitan a la Junta de Castilla y León que intervenga ante las inestables poblaciones de perdiz roja en la región.

Echó a andar la campaña cinegética con poca ilusión y muchas dudas en la provincia. Se cumplieron las predicciones más pesimistas en el caso de la perdiz. Es verdad que fueron muy pocos los cotos que permitieron ayer la caza de «patirrojas», pero donde lo hicieron se encontraron con bandos cortos, muy diseminados y «blandos», debido a las consecuencias de la sequía. Las perchas, de pluma, fueron muy escasas, mínimas. Tanto preocupa la situación de la «patirroja» que un grupo de cazadores de Benavente plantea prohibir la caza de esta especie este año y esperar a su evolución en años venideros.

Menos de la mitad de los cotos zamoranos abrieron ayer sus puertas. En muchos de ellos con grandes restricciones respecto a la perdiz, con cupos y horarios muy estrictos. En algunos de estos espacios ni tan siquiera se permitió la captura de la «reina de la caza menor».

Solución rápida

Un grupo de cazadores de la zona de Benavente se muestra dispuesto a «afrontar una situación a la que tenemos que dar una solución rápida, si no, se nos irá de las manos». Creen estos aficionados que los censos de perdiz roja en la provincia son tan escasos «que deberían hacer intervenir a la Junta de Castilla y León». ¿Cómo? Restringiendo al máximo la caza de este ave y, como ocurre en la actual campaña, prohibiéndola «si no cambian sensiblemente las condiciones climáticas».

La propia Delegación Provincial de Caza ha pedido responsabilidad a los cazadores. «Que cada coto analice a fondo su situación y obre en consecuencia. Si no se puede cazar la perdiz este año, pues no se caza. Es a nosotros a quienes más nos interesa que esta especie sobreviva. Vamos a demostrar a la sociedad que no somos irresponsables». José Antonio Prada lo ha dicho en numerosas ocasiones: «La caza es, cada vez más, renuncia y hacer una adecuada gestión. Sin cazadores responsables y concienciados no hay especies cinegéticas; ahora tenemos una oportunidad de oro para demostrárselo a esos que nos cuestionan».

La temporada cinegética de caza menor se inició ayer con excelentes resultados en conejos. Era lo que se esperaba. Esta especie se ha convertido en una plaga en muchas zonas, provocando numerosos daños que enfrentan a cazadores con propietarios de terrenos y causa más de un litigio. Sucede que está mal distribuida entre las comarcas y mientras en términos municipales del centro, noreste y sur de la provincia abunda en exceso, apenas es visible en pagos del oeste.

«Traslocación» prohibida

La «traslocación» está prohibida por la Junta si no se utilizan animales de granja, una decisión que preocupa, y mucho, a los gestores cinegéticos. Enfermedades tan habituales otros años como la mixomatosis y la hemorrágica-vírica apenas han tenido incidencia por la falta de humedad, lo que hace que las camadas sean abundantes y muy visibles en caminos y hasta en carreteras muy concurridas.

Sí se vieron ayer liebres en cazaderos de las comarcas del centro, norte y sur de la provincia. El año, según fuentes consultadas, «es normal» y los censos de «rabonas» parecen haberse recuperado en los últimos años también en Tierra de Campos, después de los episodios de tularemia.

La campaña ha partido así, «incierta», y llena de interrogantes, que se irán resolviendo según pasen las semanas. Un cosa ya hay cierta: la escasez de perdices y la necesidad de gestionar los espacios.

Informa Celedonio Pérez para laopiniondezamora.es