Cazadores gallegos asocian el aumento de jabalíes a la ola de incendios del verano

Jabalí junto a un punto de agua / Carlos Rueda

Ante las acusaciones de pasividad del sindicato agrario de agricultores y ganaderos, los cazadores lucenses achacan el aumento de jabalíes y daños a la pérdida de hábitats y exigen a los agricultores medios para proteger sus cosechas.

Existe un punto de coincidencia entre Uniones Agrarias y las asociaciones de cazadores del sur lucense en lo relativo al aumento de los daños del jabalí. Ambas partes concuerdan en que la población de esta especie ha experimentado últimamente un incremento significativo. A partir de este punto en común, sus análisis sobre la eficacia de la respuesta a los destrozos que denuncian los agricultores discrepan por completo. Los cotos de caza defienden que son los mayores colaboradores de este colectivo y cargan contra el sindicato por poner sus servicios jurídicos a disposición de los afectados.

«Somos colaboradores y amigos de los que sufren estos daños, no como otros que vienen aquí una vez al año para justificar su sueldo», asegura el presidente del coto de caza de Monforte, Manuel Casares. Aunque sin citarlo, alude al responsable de desarrollo rural de Uniones Agrarias, Jacobo Feijoo, que esta semana censuró en una rueda de prensa la supuesta inhibición de algunos tecores ante una problemática que iría en aumento.

Solución compleja

Feijoo incluso ofreció la colaboración del sindicato para reclamar por vía legal los daños a las asociaciones cinegéticas, en las que recae en última instancia la responsabilidad. «No creo que ir contra los cazadores sea el camino. Nosotros también podemos dejar de caza uno o dos años y entonces a ver qué pasa con esa fauna», replica Casares. La solución, en todo caso, no parece sencilla al menos a medio plazo, ya que los propios cazadores reconocen que la población de jabalíes se ha disparado.

Puestos a buscar una explicación, los responsables de los tecores apuntan a los efectos de la última ola de incendios sobre las poblaciones de estos animales. Desde su punto de vista, los efectos del fuego habrían empujado a los jabalíes hacia otras zonas donde tienen monte donde refugiarse y comida en abundancia en sus proximidades.

«Nosotros también detectamos que hay más jabalíes que otros años. La única explicación que vemos es que ha podido producirse un desplazamiento desde otras zonas donde el fuego arrasó su hábitat», sostiene Casares.

Uniones Agrarias amplía sus protestas

Los responsables de Uniones Agrarias estarán mañana lunes en Chantada, donde darán una charla, a partir de las doce del mediodía en el local sindical, sobre la problemática de los daños causados por el jabalí. El sindicato sostiene que las incursiones de estos animales en las zonas de sembrado aumentaron con respecto a otros años. Según su criterio, la habitual tregua posterior a la temporada de caza no se produjo y hace a temer lo peor con vistas a la campaña del maíz.

Las críticas del sindicato sobre la pasividad de algunos tecores no fueron bien acogidas por los cazadores de la zona. «Hacemos lo que está en nuestras manos con las limitaciones que nos impone la administración. Non se caza máis porque tampouco es tan fácil», afirma Casares. A veces, apunta el presidente del coto de Monforte, las decisiones de los agricultores también favorecen los destrozos. «No se puede sembrar al lado del monte sin un triste pastor eléctrico para espantar los jabalíes», señala.

Informa Luis Díaz para lavozdegalicia.es