Cazadores catalanes se niegan a comenzar a cazar hasta que la Administración «cambie de actitud»
El principal motivo de la decisión se debe a la forma en que el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural está tratando al colectivo
Informa FCC | Los representantes de un centenar de grupos y sociedades cazadoras de la Representación Territorial de la Federación Catalana de Caza en Girona acordaron el pasado viernes 5 de agosto no empezar la temporada de caza prevista para este 4 de septiembre. La decisión se ha tomado tras una votación que contó con la práctica unanimidad de los asistentes al encuentro, que se ha trasladado ya al resto de sociedades y grupos del jabalí de la provincia.
El principal motivo de la decisión se debe a la forma en que el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural está tratando al colectivo. Los cazadores lamentan el desprecio que se recibe por parte de la administración catalana a la que acusan también de ser la primera que no cumple con las normativas relacionadas con la materia. Por ejemplo, todavía no se ha desplegado toda la normativa como el Reglamento que estipule los accesos al medio natural y que está pendiente desde mediados de los años noventa, ni se ha definido lo que es una perrera deportiva, provocando sanciones por no disponer de núcleo zoológico, o no se ha publicado el decreto de control de predadores.
A toda esta serie de agravios, se añade últimamente que la Orden de Vedas establece en su punto 8.3. que es necesario comunicar las batidas con antelación. Desde su publicación, tanto la Territorial de Girona como la Federación Catalana de Caza han trasladado al Departamento la imposibilidad de cumplir con este punto. Establecer un punto exacto dónde comenzará la caza de unos animales vivos y en constante movimiento es imposible y no puede exigirse para la práctica de la actividad cinegética, que, además, se realiza en reservas de caza de titularidad privada.
Consultadas las compañías aseguradoras, la ausencia de cumplimiento de este punto o la incorrecta comunicación pueden comportar que en caso de accidente no se preste cobertura, algo que tendría terribles consecuencias económicas hacia el posible causante y subsidiariamente para el jefe de grupo y la Junta de la Sociedad de Cazadores.
Ante esta inseguridad jurídica, la Federación Catalana ya ha impugnado ante la justicia este punto de la Orden de Vedas, pero se ha denegado la medida cautelar por la no aplicación de este punto, por lo que se espera una resolución más allá del inicio de la temporada. A pesar de la exposición de los motivos que no permiten cumplir con el 8.3., el Departamento no ha querido atender a las peticiones del colectivo de cazadores.
Todo ello ha llevado a tomar esta decisión inaudita después de un debate en el que las sociedades coincidieron en diferentes muestras que llevan a concluir en una falta de respeto de la Administración hacia el colectivo. Por todo ello, se ha tomado la decisión de no empezar la temporada de caza mayor estipulada entre el 4 de septiembre y el 26 de marzo.
Los cazadores esperan que el Departamento cambie de actitud y lo demuestre retirando este conflictivo punto de la Orden de Vedas antes del inicio de la temporada. El paro de la caza no será total, ya que los cazadores han decidido continuar haciendo aquellas cacerías que previenen daños en los cultivos de los agricultores de las comarcas de Girona. Una decisión que se ha tomado por responsabilidad y solidaridad con un colectivo que también tiene agravios con la gestión del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalidad de Cataluña.