Un cazador mata a otro accidentalmente durante una batida de jabalíes en Gerona
Un vecino de Gerona de 54 años resultó muerto en la batida de jabalíes que se estaba celebrando en Fellines cuando un proyectil impactó accidentalmente sobre él.
Los agentes rurales decomisaron cinco escopetas en San Hilario de unos individuos que iban a cazar patos sin el permiso correspondiente.
Un cazador de 54 años vecino de Gerona resultó muerto el 1 de octubre pasado al recibir un disparo accidental que le disparó un compañeros mientras participaban en una batida de caza a Fellines, en Viladasens. El cazador que disparó abrió fuego contra un grupo de jabalíes que atravesaron en un claro entre su posición y la de la víctima. Abatió un jabalí, una pieza pequeña, pero un proyectil impactó en el cazador que estaba en la parada asignada al otro lado de campo y que resultó muerto. Los hechos ocurrieron a media mañana durante la batida que ese día el grupo del jabalí de Viladasens estaba haciendo a Fellines. Los Mossos y los agentes rurales acudieron al lugar de los hechos y abrieron diligencias que fueron trasladadas al juzgado de guardia de Gerona, que decidirá si el cazador que disparó incurrió en responsabilidades penales.
Este es el primer accidente grave de caza que se registra esta temporada en las comarcas gerundenses, donde hay muchos practicantes de esta actividad. El año pasado en Santa Pau, en una situación similar a la que se dio a Fellines, un cazador hirió a un compañero en una pierna. Disparó cuando pasaba el jabalí y tocó el compañero que estaba en el otro lado. El 13 de septiembre del 2009, un cazador murió al recibir un disparo que le disparó por error otro cazador que contaba abatir un jabalí, en la zona llamada la Sureda, entre Llofriu y Torrent, dentro del término municipal de Torrent. El 6 de diciembre de 2014, un cazador de 49 años, vecino de Barcelona, murió al recibir un disparo de un compañero mientras participaban en una batida del jabalí en Fogars de la Selva.
Escopetas decomisadas
Los agentes rurales decomisaron el pasado domingo, primer día de caza oficial de animales de pluma, cinco escopetas cazadores de San Hilario que iban a cazar patos por los bosques de alrededor de la presa del Pasteral, una zona donde ellos no tenían autorización para ir a cazar. Además, uno de los cazadores llevaba el arma montada y cargada dentro del coche, lo que supone otra infracción.Los agentes rurales los denunciaron por la vía administrativa y ahora los cazadores deberán hacer los trámites para poder recuperar el arma, una vez pagada la sanción. La actuación de los agentes rurales es una actuación de control rutinaria que no tiene ninguna relación con el caso de los doble crimen perpetrado en Susqueda, donde los agentes rurales hacen controles habituales tanto de caza como de pesca.
Informa Tura Soler para elpuntavui.cat