Caza de palomas en Argentina: 600 toneladas de plomo
Es asombroso como ciertos medios de comunicación alardean en sus renglones de una vulgar y despechada demagogia.
Por todos los cazadores es sabido la brutal plaga de palomas que padece Argentina, y los millones de cartuchos que los cazadores extranjeros gastan en sus cacerías. También es conocido el abuso al que nos someten a la hora de comprar munición, pero gracias a ello, viven y se lucran muchas familias argentinas.
El plomo es un metal contaminante, está claro, pero quien tiene que poner solución a esas 600 supuestas toneladas que se vierten año tras año en Argentina no son, ni más ni menos, que los argentinos.
El uso de metales alternativos al plomo supone un mayor coste de producción, lo que haría que más de uno se lo pensase dos veces antes de ir. Si actualmente, y con perdigón de plomo, se puede llegar a pagar más por los cartuchos tirados que por el viaje, la estancia y la caza abatida, amén de tirar cartuchos con metales alternativos.
Para aquellos que me conocen, no les cabrá la menor duda de que estoy a favor, completamente, del cuidado del medio ambiente y en este caso, de la utilización de materiales alternativos, pero quizá deberían ser los Argentinos los que se apretasen el cinturón y cobrar la munición a un precio razonable.
La caza de palomas en Argentina deja 600 toneladas de plomo al año