Caza de cabra montés, amistad y la prueba del rifle Mauser M18
Caza, gestión, amistad y la prueba del rifle Mauser M18 van de la mano en unas jornadas de caza por tierras andaluzas.
La caza por gestión de hembras de macho montés prendió la mecha de las escusas. En esta afición nuestra, la amistad y la pasión por la caza son dos transeúntes de un mismo camino que, de la mano de Antonio Gallardo, provocó que dos jóvenes, el cacereño Jesús Esteban y el madrileño que se dirige a ustedes acabasen en Adra.
Adra es una localidad almeriense que sirve de frontera con la vecina provincia de Granada. Los invernaderos son el motor económico de la ciudad, y una parte impuesta por el hombre en el paisaje que podréis apreciar en el vídeo.
El rececho de las hembras de cabra montés se realizó en una única jornada, puesto que la densidad de las mismas es alta, y la oportunidad de dar caza a un ejemplar adulto no tardó en llegar. La dificultad del rececho la imponía el terreno, con barrancos muy escarpados que obligan a trazar una ruta antes de ponerse a andar y sufrir soberanamente para aprovechar el trofeo y la carne del animal abatido.
El equipo en estas jornadas de rececho es una compañía para el cazador que marca las diferencias y como en la vida misma, dejarse acompañar bien es siempre la mejor elección. En nuestro caso, fue una escusa más para desplazarnos hasta Adra y poner a prueba equipos para la práctica del rececho.
En mi caso, el equipo que quería probar estaba formada por un rifle de cerrojo Mauser M18 del calibre 30.06, un arma ligera, precisa y económica que fue presentada en 2008 por el fabricante alemán. La munición Geco Express de 165 grains, un visor Minox ZE 5.2 3-15×56 unido por las monturas hexalock al rifle completaban un equipo solvente para la práctica del rececho en España.
Jesús se mostró fiel a su conjunto compuesto por un Blaser R93 Luxus del calibre 30.06, un visor Zeiss V6 2.5-15×56 con retícula iluminada y la bala Norma Punta de Plástico de 180 grains.
Juan Carlos Calvo