Caza a rececho. La berrea
Cuando el verano empieza a fundirse con el otoño, aparece el celo del ciervo para con sus bramidos colorear el monte, a esas alturas, seco.
Es en esta época cuando muchos cazadores aprovechan para, bien con rifle o con arco, acercarse a los machos, que anestesiados por las hormonas sexuales, dejarán que nos aproximemos con mayor facilidad.
Cómo se puede apreciar en el vídeo, el ciervo se muestra más vistoso durante el celo, tiempo en el que se limita a las tareas sexuales, olvidándose en muchas ocasiones de comer, por lo que la pérdida de peso será brutal.