Castilla-La Mancha aprueba el plan de recuperación del águila perdicera

14 diciembre, 2016 • Naturaleza

El águila perdicera ya cuenta con un plan de recuperación en Castilla-La Mancha, donde el Consejo de Gobierno ha alcanzado un acuerdo para afrontar la recuperación de esta especie declarada en peligro de extinción. La región manchega cuenta con una población censada de 85 parejas reproductoras, lo que supone algo más del 10 % del total nacional. Esta especie cuenta con el número de ejemplares más bajo de las grandes rapaces ibéricas, entre las que se encuentran el águila imperial ibérica y el águila real.

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado el plan de recuperación del águila perdicera (Aquila fasciata) y ha declarado como zonas sensibles las áreas críticas (como Toledo) para la supervivencia de esta especia en la región, una decisión por la que Ecologistas en Acción ha mostrado su satisfacción.

aguila-perdicera

Este acuerdo, alcanzado en el Consejo de Gobierno, supone «un paso trascendente» para afrontar la recuperación de una especie declarada en peligro de extinción y, también, para «saldar una deuda pendiente» con una de las especies «más emblemáticas» de la región, según ha apuntado este miércoles la organización verde en una nota de prensa.

Este plan, ha apuntado Ecologistas en Acción, ha sido «insistentemente demandado» debido al declive y las amenazas que cercan a esta especie en Castilla-La Mancha y a que, a pesar de estar declarada en peligro de extinción desde 1998, no disponía de un instrumento básico para afrontar su recuperación.

El último censo publicado cifra la población de águila perdicera de Castilla-La Mancha en 85 parejas reproductoras, el 11 por ciento del total nacional y que están distribuidas por provincias de la siguiente manera: Albacete 22, Ciudad Real 23, Cuenca 16, Guadalajara 14 y Toledo 10.

Esta variedad de águila es una de las grandes rapaces «más amenazadas» ya que tiene una población «mucho menor» que las otras dos grandes águilas que habitan en la región como son el águila imperial ibérica, que presenta un censo superior a las 150 parejas, y el águila real, que dispone de una población de entre 250 y 300 parejas.

El plan que se va a poner en marcha ha tenido un largo proceso de aprobación interrumpido «en numerosas ocasiones por motivos inexplicables», ha sostenido la organización, que ha precisado que el primer borrador del plan data del año 2006, el que «ni siquiera se cumplió con el compromiso de aprobarlo durante el desarrollo del proyecto Life Priorimancha (2009-2012), lo que dio lugar a una llamada de atención de la Comisión Europea».

Ahora lo que toca es afrontar una importante tarea de aplicación del plan. pues el águila perdicera sufre una altísima mortalidad provocada por los tendidos eléctricos y la caza ilegal, a la par que innumerables daños y molestias en su hábitat limitan su capacidad reproductiva.

Ante esta aprobación, Ecologistas en Acción ha urgido a la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural y poner los medios para que el plan se aplique con la máxima urgencia, especialmente en la provincia de Toledo, donde solo hay cinco parejas que «consiguen completar su ciclo reproductor en los últimos años y donde las bajas de aves son incesantes».

Informa: lavanguardia.com


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