Cartuchos del calibre 12 y del 20 con las mismas escopetas y cargas: ¿cuál plomea mejor?
Una escopeta del calibre 12 y otra similar del 20, con cartuchos de cargas idénticas, ¿cómo plomean? Este artículo te revela los resultados tras hacer pruebas de plomeo.
Juan Francisco París | Como las escopetas del calibre 12 pueden disparar cargas más pesadas de perdigones que las de calibres más pequeños, se puede afirmar que, en general, las del 12 son más potentes y que tienen un alcance efectivo superior a las de menor calibre. Pero, ¿qué ocurre si las utilizamos con la misma carga? ¿El plomeo del 12 seguiría siendo más efectivo o por el contrario se impone el de los cartuchos de pequeño calibre?
Hay cazadores que creen, aunque por fortuna cada vez menos, que una escopeta de pequeño calibre “alarga” más los tiros que la del 12. Por las consultas que me han hecho en diversas ocasiones lectores y conocidos sobre el particular, sé que esta opinión errónea se basa en que confunden el choque con el diámetro del ánima y consideran que el cañón de las escopetas de pequeño calibre es algo así como un super-choque. Además, cuando han cazado con estas escopetas o han visto utilizarlas a personas que tiran bien, se quedan maravillados por su efectividad, lo que les hace pensar que están en lo cierto, que concentran más el plomeo.
No sé si será porque las personas que me conocen o leen mis artículos saben lo que opino sobre el particular, porque lo he publicado en numerosas ocasiones, pero lo cierto es que hace tiempo que ya no me suelen preguntarme por el supuesto mayor alcance efectivo de los calibres pequeños en general, pero sí por la efectividad del 20.
La mayoría no desean saber si el 20 plomea mejor sino si, con la misma carga, plomea mejor, peor o igual que el 12. Es una duda más lógica porque, efectivamente, ambos calibres pueden disparar la misma carga, por ejemplo 28 gramos del mismo número de perdigones. Recuerdo que cuando me la plantearon por primera vez, hace ya algunos años, no supe muy bien qué decir. Respondí algo así como “tiene que ser muy similar; unas veces a favor del 20 y otras del 12 dependiendo de la calidad de la munición y de las armas utilizadas”.
Pero no, “gana” el 12
Como a mi también me picó la curiosidad, tan pronto como pude hice algunas pruebas de plomeo utilizando escopetas semiautomáticas con recámara de 76 mm de la misma marca (Beretta) de ambos calibres. Las primera pruebas las hice con cartuchos UUE (Río) y Armusa cargados con 28 gramos de perdigones del número 7, con el choque de tres estrellas y tirando con apoyo a 36 metros sobre blancos circulares de 76 cm. Plomeó mejor el 12.
Meses después, aunque ya conocía la razón por la que plomeaba mejor el 12, volví a repetirlas para ver cómo plomeaban otros cartuchos del 12 y 20 con 28 g y las cargas del 12 y del 20 de 32 gramos —20 semi-magnum–—, aunque de forma no siempre tan ortodoxa como hice las primeras pruebas: para simplificarlas utilicé también como dianas blanco de tiro de precisión de fuego central, que solo miden 50 centímetros, pero como tienen un círculo central de color negro puedes apuntar muy bien. Usando este tipo de blancos comparé el plomeo del 12 utilizando incluso cartuchos del 12 cargados con taco de fieltro y varios cartuchos de 32 gramos de perdigones del 7 12-70 —Armusa AM 2; B&P, etc.—, con municiones 20-70 GB y Trust del 7 que plomearon aún peor. Es similar, por no decir ligeramente peor, al que se obtiene utilizando cartuchos 12-70 de 32 gramos con taco de fieltro o de otro material, pero sin copa.
Cabe añadir que en algunas ocasiones también he comparado el plomeo de 28 gramos del calibre 16 y el 20 y el de 12 con el 16 y siempre ha ganado el 12, aunque con un plomeo muy similar al del 16-70 cuando lo he disparado con cartuchos y escopetas antiguas pero de buena calidad, lo que no siempre es posible. Como las diferencias de plomeo son mínimas, con estos 3 calibres cargados con 28 gramos se puede cazar cualquier especie española en cualquier modalidad de caza menor, sobre todo si sabemos usar bien los choques.
Para comprobar lo bien y similar que plomean, aunque gane por la mínima el 12, les recomiendo que usen los blancos de tiro; no sirven para medir correctamente el plomeo porque su diámetro es muy inferior a 76 cm, pero sí para hacerse una idea de cómo plomea el cartucho o la escopeta y se pueden adquirir fácilmente en cualquier campo de tiro.
Pero retomando los calibres 12 y 20, si el peso de carga es la misma y el perdigón tiene el mismo diámetro, ¿por qué el 12 plomea mejor? ¿Magia?
Deforma menos los perdigones
Pues no es magia, sino lógica. Cuando me preguntaron por primera vez si plomeaba mejor el 12 o el 20, no caí en la cuenta que los perdigones de un cartucho de pequeño calibre se deforman más durante el disparo y, como la deformación del perdigón es la primera causa que provoca la dispersión de una carga de perdigones, es lógico que, aunque sea idéntica, el 12 plomee mejor que el 20 y el 16 mejor que el 20, etc., salvo que la cartuchería o la escopeta empleada sea de mala calidad. Algo que es difícil que ocurra con el 12 y con el 20, pero no con el 16 porque hasta hace poco los cartuchos dejaban bastante que desear comparados con los otros calibres y no digamos las escopetas.
¿Y por qué se van a deformar más los perdigones cuando se disparan en el 20? Pues porque la vaina del 20 es más estrecha. Y como es más estrecha, los perdigones de la carga de 28 gramos —que para el calibre 20-70 ya es máxim— se acomodan en una columna más larga, lo que obliga al fabricante a usar tacos contenedores cuya base —o zona de amortiguación— es más corta que la que tienen los del 12 o bien con una copa más corta, como se aprecia perfectamente en las fotos. No pueden utilizar tacos con una zona de amortiguación tan larga como la que tienen los tacos del 12 ni su copa puede ser tan larga porque entonces los perdigones no entrarían dentro de la vaina.
Por tanto, cuando se disparan 28 gramos del 20, los perdigones que se encuentran al final del taco están menos protegidos del calor de la pólvora que cuando se dispara la misma carga del 12, puesto que la zona de amortiguación del taco del 12 es más larga.
Pero además, sobre los perdigones que se encuentran en el fondo del taco del 20 hay más proyectiles —soportan más peso que los que están al final del taco del 12— porque la columna de plomos es más estrecha y cuando se produce el disparo se deforman más: al acelerarse bruscamente la carga y pasar de 0 a 400 m/s en los 70 cm del cañón, por reacción toda la columna de perdigones se apoya en los que están en el fondo del taco, provocando su aplastamiento.
Y por último, también se deforman más los disparados por el 20 porque cuando la columna de perdigones sale de la recámara y se desplaza por el cañón un mayor número de perdigones, aunque estén dentro del taco —que no es así, siempre hay perdigones fuera de la copa—, friccionan más con las paredes del cañón y entre ellos, ya que la columna de plomos es más larga.
Y con 32 gramos, peor
Pese a todo lo dicho, y aunque “gana” el 12 con 28 gramos, las diferencias de plomeo entre ambos calibres gramos es mínima y acorde con el choque utilizado: superior al 55 por ciento de perdigones dentro del círculo, que se corresponde con el choque de tres estrellas.
Sin embargo, cuando el 20-70 se dispara con la carga de 32 gramos la deformación que sufren los perdigones es mayor. Tanto que el porcentaje de plomeo que se obtiene rara vez se ajustan a los choques: normalmente con choque de 3 estrellas el plomeo del 20 que he obtenido es del orden del 50 por ciento, que se corresponde con el plomeo de un choque de 4 estrellas.
La razón es la misma: el perdigón se deforma pero en este caso mucho más porque la presión que tiene que soportar es mayor. Esto se debe a que un cartucho de 32 gramos del 20 puede generar presiones superiores a los 750 kg/cm2, cuando la presión de los de 28 gramos ronda los 600. Pero, además, una carga del 20 de 32 gramos ya no se puede introducir dentro del mismo taco que usan los de 28 porque no caben, lo que obliga a los fabricantes a utilizar tacos con copas o zonas de amortiguación más cortas que protegen mucho peor a los perdigones. Resultado: plomeo notablemente inferior al que consigue con la misma carga (32 gramos) el calibre 12-70 con el mismo choque.
Entonces, ¿es útil esta munición? Sí lo es, pero sobre todo para disparar perdigones gruesos —del número 6 o de mayor diámetro—. Los perdigones gruesos son menos sensibles a la deformación por la presión y en la cargas de 32 g entran un mayor número de proyectiles que en la de 28. Es cuestión de usar un grado más de choque que el que utilizaríamos con una escopeta del 12 y, muy importante, de manejarlos con precaución y dispararlos en armas modernas debido a la mayor presión que generan.