Campillo de Altobuey apuesta por los jóvenes y el relevo generacional en la caza
Los aficionados pudieron contemplar un total de 40 rehalas y hasta un millar de perros procedentes de diversos puntos de España.
Informa AER | Los días 5 y 6 de mayo la localidad conquense de Campillo de Altobuey ha sido punto de encuentro de los aficionados al perro de caza de toda España en la IV Feria de Caza y Ocio. En la cuarta edición ya de su feria cinegética se ha disfrutado este fin de semana de exhibiciones y pruebas de trabajo en las que se ha comprobado un nivel muy alto de sus participantes, con el respaldo de instituciones como la Consejería de Medio Ambiente, representada por el delegado provincial Joaquín Cuadrado y la Real Federación Española de Caza, que lo estuvo por su presidente regional Agustín Rabadán y por el delegado nacional de caza menor con perro Jesús J. Llanos.
Expresamos especialmente nuestro agradecimiento y felicitación a la organización y a su Ayuntamiento, en la persona de su alcalde Francisco López, por tan rotundo éxito, por contar con la Asociación Española de Rehalas para la inauguración del evento y hacernos entrega de un reconocimiento especial que nos anima a seguir trabajando en defensa de la rehala.
Este éxito rotundo no habría sido posible sin el gran equipo de trabajo formado por sus voluntarios, que se han desvivido por hacernos disfrutar del evento consiguiendo reunir más de 1.000 perros y unas 40 rehalas que han llegado de todos los rincones de España, con un calendario de pruebas y actividades del más alto nivel en el marco incomparable de su plaza de toros (antiguo convento de San Agustín).
Desde la Asociación Española de Rehalas hemos intentado colaborar con la presencia de nuestro presidente, Alfonso Aguado; el delegado de Castilla y León José María Pacheco; de Valencia, Francisco Garijo, y de Castilla-La Mancha Constantino Olivas, junto con nuestro delegado en Cuenca Carlos Escribano.
Recomendamos a cualquier aficionado a la rehala que no pierda la ocasión el año que viene para disfrutar de un fin de semana de convivencia en el que la hospitalidad de los anfitriones y el perro de caza son los protagonistas en un entorno que nos sorprenderá, además, por su rico patrimonio histórico. Por encima de otras consideraciones, en Campillo de Altobuey, la afición pide paso.