Un jabalí ataca a un vecino de Torrelodones que daba un paseo

8 febrero, 2017 • Noticias de caza

Según informa torrelodones.info, un vecino de la localidad madrileña de Torrelodones ha sido atacado por un jabalí mientras daba un paseo dominical por el entrono de unas urbanizaciones. Iba paseando junto a su hija y de repente sintió dos fuertes golpes «muy rápidos y muy seguidos, como dos cabezazos» en la pierna. Tras embestirle, el jabalí se quedó mirando a su hija y se fue a tumbarse bajo un árbol, según relata el agredido. Otro vecino del municipio ha comunicado lo sucedido al Ayuntamiento local por medio de las redes sociales sin obtener respuesta.

Pedro salió este domingo por la mañana a dar un paseo con su mujer y su hija de 11 años, junto a un matrimonio amigo. Andaban por una zona de campo que linda con las urbanizaciones cercanas al Centro de Salud de Torrelodones (Madrid), por donde suelen pasear habitualmente. Inesperadamente sintió dos fuertes golpes «muy rápidos y muy seguidos… como dos cabezazos», y vio que era un jabalí. Tras las embestidas sintió «como un calambre… no sabía si me había mordido o qué…», y se alejó como pudo.

Heridas en la pierna del vecino de Torrelodones producidas por el jabalí.

Es difícil, aún para entendidos, distinguir el sexo del jabalí en el campo. Posiblemente fue una hembra adulta la que atacó a Pedro. Al parecer estaba agazapada bajo el espacio que quedaba entre una gran piedra y el suelo, y ha salido de golpe por la derecha, clavando los colmillos de su mandíbula inferior en la pierna de Pedro, atravesando sus pantalones vaqueros, a la altura de la rodilla.

Como se ve en la fotografía, las heridas no son de gran profundidad ni longitud, como las que suele producir un macho con sus afiladas “navajas”, que pueden llegar incluso a seccionar la femoral de un hombre. Es sabido que mientras los machos se defienden con sus afilados colmillos, las hembras lo hacen mordiendo.

En el momento del ataque, Pedro caminaba junto a su pequeña hija. «Gracias a Dios me atacó a a mi y no a mi hija, que iba delante», se alegra Pedro; que ha estado viendo ataques de jabalíes a a través de internet, y ha quedado impresionado por las posibles consecuencias. Tras embestir a Pedro, la jabalina se quedó mirando a su hija. A pesar del susto que se llevó la niña, la “presunta” hembra no hizo nada, sino que «se volvió y se tumbó bajo un árbol».

«Me doy con un canto en los dientes, esto es llevadero», dice Pedro, y asegura que lo que le ocurrió «no ha sido nada; y no pasa casi de anécdota». De todas formas acudió al hospital de Torrelodones para que observaran y desinfectaran las heridas, pues temía que fuese una mordedura y el animal pudiese trasmitir alguna enfermedad. Más tarde, con el parte médico se dirigió a la Guardia Civil «para que quede constancia», porque considera que «con esto mismo puede ocurrir una desgracia», en el campo o en la calle.

El suceso ha sido en un área verde municipal que limita con la finca del Canto del Pico, que está vallada. «Más o menos en la vertical del Canto del Pico, hacia La Dehesa». Un área de expansión del pueblo cuyo uso principal es el recreativo y por donde pasean habitualmente los vecinos (aparentemente está catalogada como zona rural no urbanizada).

El atacado asegura que «no confluye ninguna circunstancia…», que no han molestado, acorralado, ni nada por el estilo a los jabalíes; como algunas personas han conjeturado en las redes sociales.

Según Pedro, que se ha estado informando sobre el tema, parece ser que en esta época del año, en que las hembras están preñadas y dando a luz o a punto de hacerlo, es fácil que se sientan amenazadas; por lo que es bastante habitual que ataquen.

Fuerte polémica en las redes

Santiago, amigo de Pedro, comentó lo ocurrido a través de Facebook, y se ha generado un fuerte intercambio de opiniones a través de cientos de mensajes en que los vecinos dan su punto de vista.

«En este caso mi amigo solo estaba paseando. Gracias a Dios ha quedado ahi el suceso, ya que iba con su hija pequeña y podía haber sido mucho peor», comentó Santiago. Tras indicar que «estamos de acuerdo en proteger el medioambiente y convivir con lo que tenemos»; añadió: «pero esto ya está siendo una plaga».

Santiago nos comentó posteriormente que no sabe si la palabra “plaga” (que muchos encontraron ofensiva) es la adecuada. «Lo cierto es que son animales, que estamos en su hábitat… Pero es que son muchos y bajan al pueblo a comer», matizó. «No lo denuncio por acabar con los animales, pero es que hay muchos. Una vez que se meten en el pueblo, es un problema del Ayuntamiento», considera.

Santiago, igual que otros vecinos, ve con frecuencia los jabalíes por los contenedores del Centro de Salud o por la Avenida de La Dehesa. Los machos «son grandes, con el pelo gris, que tienen un lomo que dan miedo», comenta; y afirma que los ve a diario cuando sale con su perra.

La polémica ha vuelto, como ocurrió en 2015 cuando incluso las cadenas de televisión y los medios nacionales difundieron imágenes de numerosos jabalíes deambulando por las calles de Torrelodones. En aquel entonces, el concejal de Medio Ambiente de Torrelodones hizo varias apariciones en los medios.

En los foros, de un lado están los que defienden a capa y espada que no hay ningún problema y que no se debe hacer nada; incluso algunos aseguran no haberse cruzado nunca con un jabalí. Otros sí se los cruzan a diario, pero tampoco ven un problema; mientras que en el otro extremo, están los que apuntan al serio riesgo que corren principalmente niños y personas mayores; y también señalan los daños que ocasionan a los jardines.

Muchos vecinos entienden —en la línea de Santiago— que hay demasiados suidos: «A mi me sorprende que a la gente le sorprenda, viviendo entre el Monte del Pardo y la Sierra de Guadarrama… Pero hay que reconocer que hay sobrepoblación y además con tanto chalecito les hemos quitado su entorno», opina Isaac L.M.

Niko también lo hace: «No creo que haya nadie que diga que le moleste que haya jabalíes… lo que molesta es la cantidad sin control…».

Ferni dice «a mi tambien me gustan, y yo también llevo viviendo aquí mucho tiempo, en Los Peñascales, pero no me gusta encontrármelos dentro del JH cuando paseo a mi perro, o en la rotonda de la notaría o por la Renault… eso no debería ser así, por muy bonito e idílico que parezca».

Algunos suben el tono de la discusión: «Si tanto os molestan los jabalíes iros a vivir a la ciudad que siempre estáis igual. Que pesadilla», lanzó R.N.; a lo que N.F respondió: «También te puedes ir tu a un zoológico… o a una reserva natural si tanto te gustan. Los jabalíes son una plaga te guste o no, y hasta que no ocurra una desgracia no vamos a tomar medidas».

Las opiniones son muy diversas y la polémica está servida.

Santiago, el amigo de Pedro, trasladó a través del muro de Facebook municipal la situación vivida al Ayuntamiento, destacando que es «Otra advertencia más hasta que llegue a mayores el asunto…». El Ayuntamiento no ha respondido aún.

Un problema en la mesa del concejal de Medio Ambiente

«El Ayuntamiento de Torrelodones solicitará la colaboración de la Comunidad de Madrid y del Patronato de la Cuenca Alta del Parque Regional del Manzanares para controlar a la población de jabalíes en su entorno», informaba el 24 de septiembre de 2015 la agencia Europa Press tras entrevistar al concejal de Medio Ambiente de Torrelodones, Santiago Fernández.

En la entrevista, el concejal declaró: «Tenemos la percepción de que hay un mayor número de jabalíes sobre todo en la zona de la urbanización de Los Robles» e «interpretamos que hay algunas familias que les alimentan». A continuación, Santiago Fernández consideró que «independientemente del número de jabalíes, es cierto que es un problema que hay que abordarlo para que no se conviertan en un riesgo», y añadió para ejemplificar: «El año pasado una piara fue vista cruzando el puente sobre la A6».

¿Abordó el Ayuntamiento el problema “para que no se convierta en un riesgo”, como dijo el concejal que harían? Parece que no.

Desconocemos la solución para que los jabalíes no crucen carreteras o incursionen en el centro del pueblo ¿vallas, quizás? ¿repelentes? Pero está claro que ahora, igual que en 2015, hay un problema encima de la mesa del concejal de Medio Ambiente.

Informa torrelodones.info


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