Teruel refuerza las medidas contra el furtivismo

9 noviembre, 2017 • Noticias de caza

El interés económico que la cabra montés y el resto de caza mayor tienen en el territorio turolense hace que se intensifiquen las labores de control del furtivismo.

Coincidiendo con el periodo de reproducción de los ciervos y el arranque de la temporada de caza de mayor (la veda se abrió el 17 de septiembre), el Gobierno de Aragón ha optado por intensificar las labores de prevención del furtivismo. A través de los Agentes para la Protección de la Naturaleza (APN) y en colaboración con el Seprona de la Guardia Civil, el Ejecutivo autonómico ha incrementado la vigilancia en las zonas propensas a este tipo de infracciones.

En 2016, Huesca fue la provincia más afectada, puesto que 24 de los 36 expedientes sancionadores que tramitó el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad surgieron allí. Sin embargo, en lo que va de 2017, los casos de mayor relevancia se han dado en Teruel, con la cabra montés como objetivo principal.

El interés económico de esta especie hace que el territorio turolense cuente con dos particularidades en el control de la actividad cinegética. En los cotos, el cupo de cabra montés se desglosa en número de hembras y trofeos, distinguiendo entre machos selectivos mayores de seis años y menores de esa edad. Además, los propios cotos deben avisar de la realización de un rececho con 72 horas de tiempo.

“En Teruel se han detectado últimamente varios casos de furtivismo relacionados con caza mayor (cabra montés y ciervo, fundamentalmente), pero también hay acciones furtivas relacionadas con la caza menor que, aunque causan un estrago patrimonial menor, pueden acarrear un impacto ecológico muy importante”, explica Alfredo Ferrán, jefe de la sección de caza y pesca del Servicio Provincial de Desarrollo Rural y Sostenibilidad de Teruel, y añade que el furtivismo en caza mayor se centra en “dos tipos de actuaciones”.

“Por un lado, está la caza prescindiendo de todos los permisos y autorizaciones del titular del coto, que habitualmente se hace con medios prohibidos o desde vehículos. Por otro, la caza en aparente legalidad pero abatiendo animales que no se corresponden con la especie o la categoría prevista”, prosigue Ferrán, antes de entrar a valorar algunos de los casos de furtivismo que se han dado recientemente en Teruel.

Al poco de iniciarse el año, un vecino de la localidad de Alcorisa fue sorprendido en plena actividad ilícita en el coto de Molinos y, al registrar su vehículo, los APN encontraron un trofeo de macho montés, cuchillos y abundante munición. Meses después, a finales de marzo, el Seprona de Teruel detuvo a tres personas por organizar una trama de caza furtiva en los Montes Universales. Al parecer, los cabecillas ofrecían la posibilidad de obtener trofeos de caza mayor a cambio de cantidades muy inferiores a lo que cuesta abatir la misma pieza en una batida.

“Esta operación -denominada ‘Íbice’- fue exitosa gracias a la colaboración de los cazadores de Gargallo, ya que alertaron de la captura ilegal de tres machos de cabra montés en el entorno de la localidad. Seguidamente, se comprobó que no era un caso puntual”, indica Alfredo Ferrán, y destaca que esa fue “la primera red organizada que se desarticuló en la provincia de Teruel”.

Allí, en los Montes Universales, había claro déficit de agentes. Por ello, este mes de octubre se reforzó la vigilancia. “Se ha completado la plantilla, que ahora cuenta con un total de ocho efectivos que permite aumentar significativamente las labores de vigilancia y prevención”, valora Ferrán.

Cooperación entre administraciones

Últimamente se han observado infracciones protagonizadas por intermediarios que contaban con precintos (cupos) que se correspondían con otras especies, con otros terrenos cinegéticos o con animales de categoría inferior. Por ello, en opinión de Ferrán, «es muy importante que los cotos municipales y deportivos lleven a cabo la gestión directa que les exige la normativa». Además, concluye, «es fundamental que haya cooperación entre administraciones y que la información fluya por los cauces necesarios».


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