Madrid empieza ya a sacrificar 500 cabras para controlar la población en la sierra

13 octubre, 2016 • Noticias de caza

El objetivo es abatir 2.500 ejemplares en los próximos cinco años. Cazadores supervisados por el Gobierno regional comenzarán por fin la próxima semana tras varios retrasos.

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Tras varios meses de retrasos, la Comunidad de Madrid pondrá en marcha por fin el plan de gestión de la cabra montesa en la sierra madrileña. El objetivo es empezar ya la semana que viene a sacrificar los primeros ejemplares en colaboración con asociaciones locales de cazadores. La Consejería de Medio Ambiente quiere abatir en los próximos cinco años unos 2.500 animales, 500 cada año, para regular así una población que ha crecido descontroladamente en los últimos años y que casi alcanza ya los 4.500 bóvidos.

El Gobierno regional no pagará por ello, ni tampoco permitirá que los cuerpos y las cabezas se utilicen como trofeo. Las cabras serán abatidas con armas de fuego, siempre en días entre semana (cuando menos gente hay en la sierra), y los tiradores estarán supervisados por técnicos y agentes forestales, según el plan que ya se presentó a todos los colectivos e instituciones del Patronato del Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama. Sin embargo, cazadores y agentes forestales, que prefieren mantener el anonimato, han explicado a El Confidencial que el plan ha adolecido hasta la fecha de cierto descontrol, ya que las fechas de inicio se han pospuesto varias veces.

Representante sindicales de los agentes forestales ya explicaron en la Asamblea de Madrid que es imprescindible que el plan esté bien diseñado y gestionado paraevitar accidentes y problemas de seguridad, ya que es muy difícil «impermeabilizar» un monte de utilidad pública como es la sierra madrileña que en otoño tiene muchas actividades como el senderismo, la recolección de setas y la visita de colegios.

Como ya publicó El Confidencial, en mayo de 2013 la Comunidad de Madrid solicitó la colaboración de la Federación Madrileña de Caza, que cuenta con un equipo de 55 especialistas en la caza con arco, para poner en marcha un proyecto piloto para regular el exceso poblacional de la cabra montés. En solo 22 días, se sacrificaron 52 cabras con el arco. Al final se descartó este sistema y se optará por el rifle. La consejería ha seguido abatiendo cabras estos meses, cerca de 90, para hacer controles sanitarios. También se quiere reducir la población trasladando ejemplares a otras zonas, aunque las peticiones son escasas. En abril, el consejero de Medio Ambiente, Jaime González Taboada, viajó al Pirineo francés para ceder seis cabras al país vecino.

Un problema de población

Las cabras montesas llegaron a Madrid hace 27 años. Entre 1989 y 1992, 67 ejemplares hacían de la Sierra de Guadarrama su nuevo hogar. Capturadas en Gredos y Las Batuecas, los 26 machos y las 41 hembras pioneras suponían un esfuerzo por reintroducir el animal en un hábitat del que desapareció a finales del siglo XIX. Ahora, en 2016, el éxito roza el caos: su adaptación ha funcionado tan bien que la Sierra de Guadarrama tiene una sobrepoblación con difícil parangón en Europa.

Sin depredadores naturales ni ninguna otra amenaza, el número de animales se ha disparado: según los censos realizados por investigadores de la Universidad Complutense, en el año 2000 había unos 356 ejemplares, en 2007 unos 1.520 y en 2014 superaban los 3.300. La consejería eleva el número a los 4.500 de ahora. A Madrid le sobran cabras. En algunos lugares, la densidad alcanza los 47 individuos por kilómetro cuadrado (se recomiendan 10), la tasa más alta registrada nunca para estos animales.

Informa: elconfidencial.com


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