Los lobos «encierran» al ganado de Cabrales y obligan a pagar miles de euros por daños

16 julio, 2019 • Noticias de caza

La presidente del DP Cabrales reconoce que la ganadería extensiva que daba calidad en leche y carne se está «encerrando»

La Comunidad de Madrid ha quintuplicado las ayudas por daños de lobo al ganado, aprobando 300.000 € para 2019

Redacción | Una localidad asturiana se engalana cada último domingo de agosto para celebrar el certamen de uno de los quesos más conocidos del mundo. Durante una semana, la fiesta y la música llenan las calles de Arenas de Cabrales, y este año la euforia será mayor al haberse incluido en el Libro Guinness de los récords al queso ganador de la pasada edición, de 2 kg., por el que pagaron 14.300 euros.

El Certamen del Queso de Cabrales es un acontecimiento al que acuden muchas personas de fuera de la comarca que desconocen la realidad de los ganaderos que en ella viven. Un sentimiento de desolación y rabia inunda este concejo asturiano. «En 15 años han desaparecido casi 100 rebaños de cabras y ovejas, ya me dirás…». Se los han ‘comido’ los lobos.

«Te come la gente»

Jessica López es presidenta de la Denominación de Origen Protegida Queso de Cabrales y admite que entre el lobo y el hombre, aquí en los Picos de Europa, «no hay convivencia ni la habrá jamás». Considera que el mundo rural está cambiando a marchas forzadas y es «otra cosa distinta a la que nos enseñaron y donde vivíamos», pareciendo que los animales están por encima de las personas.

Controlar las poblaciones de lobo o jabalí es algo necesario pero de lo que no se puede hablar, explica López, «porque te come la gente». Los ganaderos y pastores de Picos —un emblema de Asturias— sufren pérdidas y están desapareciendo. «Si quieren lobos y más lobos entonces no habrá pastores ni calidad, ni en leche ni carnes».

La presidenta de la DOP Cabrales cuenta que hace 30 años habría unos 200 rebaños de cabras y ovejas, pero que actualmente quedarán en régimen extensivo unos seis. «La diferencia es enorme», lamenta.

Miles de euros para daños

Asturias no es la única comunidad autónoma en la que los ganaderos sufren los ataques del lobo. Madrid o Castilla-La Mancha destinan anualmente miles de euros para compensar los daños producidos por los ataques del lobo.

La Comunidad de Madrid ha aprobado para este año un gasto de 300.000 euros para financiar ayudas que permitan «compatibilizar» la actividad ganadera con la existencia de lobos, algo en lo que no cree López. El Gobierno madrileño ha quintuplicado las ayudas destinadas a estos ataques (además de los producidos por los buitres desde 2016) pasando de los 60.000 euros en 2016 a los 300.000 euros que se destinarán en 2019.

La Comunidad de Castilla-La Mancha, por su parte, ha previsto dos partidas de 40.000 y 20.000 euros, para 2019 y 2020 respectivamente, para compensar los ataques al ganado, con un límite máximo 1.500 para ganado caprino y ovino y 2.000 euros para vacuno.

«La guerra que afecta a todo y a todos»

Jeré Longman escribió en 2018 un reportaje sobre algunas de las consecuencias de la guerra en Ucrania, una contienda donde 10.000 personas han muerto y 1,5 millones más han sido desplazadas. La caza estaba prohibida en un área de 60 km en la línea del frente para evitar la confusión sobre quién estaba disparando a qué.

Los enfrentamientos entre las fuerzas ucranianas y los rebeldes apoyados por Rusia crearon una franja donde comenzaron a abundar los faisanes y las liebres, pero también depredadores como zorros y lobos. Incluso se produjeron ataques de lobos a aldeanos. «La guerra enfrenta a hermano contra hermano y afecta a todos y a todo», confesaba Aleksandr Podlesnyi, que una mañana de noviembre sufrió el ataque de un lobo.

Miles de kilómetros al suroeste de esta zona de Europa oriental tienen su particular guerra… con el lobo. Celebran cada agosto una fiesta gastronómica sobre uno de los quesos más conocidos del mundo. En Arenas de Cabrales habrá risas y música durante el certamen, pero el resto del año hay tensión entre los vecinos que dedican su vida al ganado y al queso, que se hace con la leche de esta comarca.

Un equilibrio necesario

Jessica López dice que es «tiene que haber un equilibrio, y cuando ese equilibrio se rompe luego hay cientos de manadas (de lobos) paseándose por los alrededores del pueblo». Esto obliga a «encerrar» al ganado y hacer las ganaderías intensivas en una zona donde «toda la vida» había animales en extensivo.

La calidad de la carne y de la leche es distinta, ya que no es lo mismo que los animales estén encerrados a que puedan salir y andar «entre peñas y montes». «La producción de queso de tres leches no hay. Ya no hay cabras y ovejas. Ese es el problema».


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