La Guardia Civil de Córdoba supera las 600 actuaciones en la «Operación Sierra»

10 abril, 2016 • Información de interés

La Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba, fundamentalmente a través de sus Unidades del Seprona, ha finalizado la Operación ‘Sierra’, activada desde septiembre de 2015, con el fin de «potenciar el clima de seguridad entre los participantes de cada una de las modalidades de caza mayor y control del furtivismo», y en la que se han realizado más de 600 actuaciones.

Operacion-Sierra-furtivismo

En una nota, la Benemérita ha informado de que como elemento de refuerzo incorporado a este operativo especial y previo al arranque de la temporada cinegética, se articularon una serie de dispositivos de servicios en plena época de berrea, orientados a la prevención y detección de episodios de furtivismo que suelen incrementarse en la época de celo de los ciervos.

Así, se han realizado inspecciones en 159 cacerías entre monterías, ganchos y batidas de las más de 500 autorizadas por la Delegación Territorial de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, articulándose un total de 615 servicios, recayendo el mayor peso en las Unidades del Seprona que se hallan desplegadas en la zona centro, norte y área de la Subbética.

Como consecuencia de los servicios desarrollados han sido realizadas 606 actuaciones, en las que destacan 159 inspecciones de actividades cinegéticas, 197 controles, identificaciones de vehículos y personas y la denuncia de 139 infracciones administrativas.

Atendiendo a los municipios donde se han realizado mayor número de actuaciones policiales, destacan Hornachuelos, con 152; Villaviciosa de Córdoba, con 63, y Córdoba, con 52, según apunta la Benemérita.

Dentro del campo de las infracciones detectadas, un total de once correspondieron a la presunta vulneración de normativa reguladora de los animales de compañía y/o peligrosos, destacando la existencia de rehalas sin seguro obligatorio.

Otras once se debieron a infracciones en materia de armas, fundamentalmente en lo que respecta a llevar/poseer armas sin necesidad o sin justificar el motivo, respecto a los episodios de furtivismo tanto consumados o detectados antes de la ejecución.

Sin embargo, el número mayor de infracciones apreciadas, 104, lo fue por vulneración de normativa reguladora de la actividad cinegética propiamente dicha, donde se pusieron de manifiesto situaciones como la caza sin licencia, caza de noche sin autorización, cazar en línea de retranca o la caza de especies distintas a las autorizadas.

Desde el punto de vista penal, se han instruido ocho atestados por la comisión de otros tantos delitos contra la fauna, vinculados con episodios de furtivismo, y el resultado de 13 personas detenidas/investigadas como presuntas responsables de tales hechos.

Como consecuencia de esta actividad infractora se han intervenido once armas de fuego entre rifles y escopetas y cinco ciervos, todo ello puesto a disposición de la Delegación Provincial de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, a resulta de la instrucción de los respectivos expedientes sancionadores o diligencias.

Líneas de trabajo

En plena temporada de cacerías, los esfuerzos de las unidades participantes se orientaron a completar tres líneas de trabajo, siendo la primera el control y verificación de las medidas de seguridad necesarias para celebrar la actividad cinegética propiamente dicha, así como de las habilitaciones de los ejecutantes para la práctica de la caza; en especial, permisos y guías de pertenencias de armas, licencias de caza y seguros de responsabilidad civil.

La segunda línea ha tratado la participación de rehalas, con especial énfasis en verificar las exigencias normativas para el transporte de animales vivos, en concreto de las autorizaciones necesarias concedidas por la Delegación Territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural para que medios de transportes y transportistas para que puedan llevar a cabo los traslados de los perros, y de los cursos de capacitación de los encargados de los animales, desde el punto de vista del conocimiento del bienestar animal.

A este respecto, importante ha sido, según destaca la Guardia Civil, el hecho de verificar y, en su caso, denunciar, según han señalado, la falta de seguro de responsabilidad civil necesario para el empleo de rehalas en la actividad cinegética, de cara a cubrir cualquier incidencia que se salde con daños a la propiedad o lesiones en las personas.

Por último, el control de las condiciones higiénico-sanitarias de las reses abatidas ha completado el procedimiento policial puesto en marcha para llevar a cabo «con altos índices de seguridad y garantías» las distintas modalidades de caza mayor que se han celebrado en la provincia de Córdoba.

Informa: lainformacion.com


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