La Comunidad Valenciana quiere instalar vallas para evitar accidentes por jabalíes

12 noviembre, 2018 • Noticias de caza

Para la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana «el único método de controlar las altas poblaciones es la caza».

La creciente invasión de jabalíes en carreteras de la Comunidad Valenciana y el aumento de accidentes de tráfico causados por estos animales ha llevado a la Generalidad a plantearse la necesidad de instalar vallas en los puntos más críticos para evitar que los animales pasen del monte al asfalto. Lo expone la Consejería de Medio Ambiente en su reciente ‘Informe sobre las colisiones de vehículos con fauna cinegética en la Comunitat’, al que ha tenido acceso Las Provincias y que analiza esta problema entre los años 2007 y 2017.

La primera de sus conclusiones es que la tendencia general en el número de accidentes «es ascendente», en sintonía con los últimos informes de la DGT que avanzó Las Provincias y revelaban el singular protagonismo del jabalí. De los casi 4.600 siniestros por animales de los últimos cinco años en nuestra región, aproximadamente un tercio fueron causados por esta especie porcina. Ya hay más choques por los cerdos salvajes que por perros y gatos juntos.

El estudio autonómico asegura que los puntos negros de accidentes con fauna están «cerca de la línea de costa, fundamentalmente en la comarca de la Marina Alta, en Alicante, y en la mitad norte de Castellón». En el primer caso, las vías más afectadas son la CV-700 y la CV-715. En Castellón, el grueso de los siniestros se están concentrando en la CV-10, la N-340, la CV-11 y otras cuatro carreteras secundarias de competencia autonómica.

Según el informe, «la especie que ocasiona mayor siniestralidad es el jabalí». Se observa «una intensidad mayor de la siniestralidad durante las horas que preceden y suceden al crepúsculo vespertino», especialmente «en los meses invernales que coinciden con la temporada de caza». En esta época se produce un 63% de los siniestros, «aunque no se pueden atribuir como causa exclusiva a la realización de cacerías».

Para el departamento autonómico, «la importante siniestralidad asociada a carreteras como la CV-10 debería motivar la impermeabilización adecuada de ésta y otras vías similares con cerramientos metálicos». Y es que el jabalí, continúa el escrito técnico, «muestra una dinámica poblacional creciente, con perspectivas de mantener elevadas densidades en los próximos años». La Cescoperonsejería cifra en un 110% el crecimiento de la población de esta especie en la última década. Además, Medio Ambiente considera conveniente «establecer un protocolo de colaboración permanente con la Dirección General de Carreteras que permita disponer de registros» para analizar la evolución del problema.

La Federación de Caza de la Comunidad vincula el fenómeno al despoblamiento rural. «El abandono de la agricultura provoca que terrenos de cultivo se conviertan en masa forestal, el hábitat idóneo para estos animales». Además, «la agricultura extensiva hace que durante todo el año existan frutos en los árboles o cereales o vides que sirven de alimentación a la fauna de caza mayor. De ahí que haya más animales donde antes no era tan frecuente». Más sedentarismo y una expansión por todo el territorio. «La sequía», añade la entidad, «también influye». «Frente a los terrenos más secos del monte, los animales acuden a los campos en busca de alimento mejor regado y tierno».

Para la federación, «el único método de controlar las altas poblaciones es la caza». Se vive un retroceso en el número de cazadores y la Administración «tiene buena parte de responsabilidad». Según lamenta, «se han retirado subvenciones y no ha sido hasta hace cinco años cuando ha reaccionado con la redacción de normativas más abiertas» al control del jabalí. Ahora se está modificando la orden que regula la caza de esta especie. Critican que se busquen alternativas como la esterilización o la subasta de la caza en montes de la Generalidad con «condicionantes técnicos inaceptables». Por ejemplo, «no poder abatir especies como cabra o ciervo pese a las quejas de daños de los agricultores».

Informa Juan Antonio Marrahi para lasprovincias.es


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