Holland and Holland: la armería más prestigiosa del mundo

18 octubre, 2016 • Noticias de caza

En el barrio de Mayfair, en Londres, se encuentra la armería más prestigiosa del mundo. Fundada en 1835, entre sus clientes hay miembros de la realeza británica y marajás. Tardan 15 meses en entregar un encargo. Algunas de sus piezas cuestan 200.000 euros.

El «sancta sanctorum» se encuentra al fondo. Primero hay que pasar por los elegantes salones de estilo clásico donde se muestran para su venta toda clase de complementos, ropa y libros relacionados con la caza y la vida campestre. Desde petacas de plata a cananas de la mejor piel. Desde capas de tweed a jerséis de cachemir. Botas de caña, sombreros, guantes. Casi todo en esos tonos verdosos y parduscos que se estila en las monterías elegantes. Se diría que es el sitio perfecto para equiparse como mandan los cánones, el lugar donde, pongamos por caso, Bridget Jones acudiría si estuviera invitada a un elegante sarao de fin de semana en alguna casa de campo en Oxfordshire y quisiera medirse sin demasiados complejos con Kate Middleton.

Allan Utermark Holland & Holland London Gun Room

Chimeneas, sillones de piel, bodegones al óleo. Nada excesivamente rural sino con ese señorío de las mansiones de la campiña inglesa. Hay también algunos espacios renovados con un toque más fresco y actual, y en general predomina un interesante e inesperado sabor de casa de alta costura, de buena casa de moda. Tal vez se deba a que Holland&Holland, fundada en 1835 en Londres como armería, pertenece desde 1989 al Grupo Chanel, al ser adquirida de manera bastante discreta por la familia Wertheimer. Un dato seguramente no muy conocido por los propietarios de sus codiciados artículos cinegéticos.

Al fondo de los elegantes salones no hay camelias ni perlas, sino rifles y escopetas. El sancta sanctorum del número 33 de Bruton Street, en el corazón del barrio de Mayfair, no es otra cosa que una de las mejores salas de armas deportivas del mundo. Delante de ellas, confieso, me siento tan perdida como lo estaría la señorita Jones. Entiendo algo más de camelias y trajes de chaqueta. Intuyo que son valiosas por cómo están dispuestas, elegantemente alineadas y guardadas en lujosas vitrinas cerradas con llave. Allan Utermak no sólo me abre estas puertas acristaladas para que las toque con mis manos y aprecie sus detalles, también el cajón de sus secretos. Como responsable de la sala de armas, nada se le escapa. Su currículum ayuda. Conoce cada una, cada detalle. Nacido en Sudáfrica y criado en Namibia, con 8 años cogió su primera escopeta. «Comíamos lo que cazábamos», me explica. Después de ser guía de safaris, se instaló en Londres y se siente orgulloso de trabajar «para el mejor fabricante de escopetas y rifles de caza del mundo», según me dice. ¿He de creerle? «En España existen excelentes armeros, las fábricas de Éibar son una referencia. Pero aquí hacemos auténtica alta costura».

A medida

Cuando uno entra en Holland&Holland y desconoce el terreno que pisa, tal vez ese sea el mejor símil: ha de pensar que va a un sastre de Savile Row a encargarse un traje a medida. Un traje un tanto especial. Uno no entra en la tienda y se lleva una escopeta, así, sin más. Y no sólo por las enormes dificultades que tendría para sacarla del país. Más de un tiempo a esta parte, me explica Utermak. Su punto fuerte, lo que hace que un cliente coja un avión y atraviese esta puerta, son las escopetas y los rifles hechos a medida. Desde el momento del encargo hasta que este llega a manos del cliente pueden pasar hasta dos años: el tiempo medio de fabricación de una escopeta o de un rifle es de unos 15 meses. Dependiendo del modelo, requieren entre 650 y 1.250 horas de trabajo artesanal. En su elaboración, que sigue siendo prácticamente igual que hace 100 años, intervienen profesionales sumamente especializados: culateros, cañoneros, basculistas, grabadores y montadores. Cada cual hace exactamente lo que sabe hacer. Zapatero a tus zapatos. Su célebre colección Royal tiene armas que pueden llegar a costar unos 200.000 euros. ¿No es este el presupuesto anual de algunas unidades de combate de nuestros ejércitos?

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Como si fuera un traje de alta costura de un buen sastre londinense, Utermak y su equipo asesoran al cliente sobre el mejor modelo, dependiendo de la utilidad: desde tiro al plato hasta la caza mayor. Y luego sacan el metro y el cuaderno de notas. «Se toman las medidas de brazos, cuello, dedos, para que la pieza se adapte perfectamente a las características morfológicas de cada cliente, lo que mejora la efectividad de su tiro». Ahora empiezo a mirarlas de otra manera. Como profana en la materia, me llaman la atención los grabados y las culatas. Los armeros ponen especial cuidado en los cañones, pero también en estas piezas. En las escopetas de lujo, las culatas se diseñan a medida y con la mejor madera de raíz de nogal. La mayoría de clientes piden personalizar los grabados. Por su falta de buen gusto eligiendo los motivos de sus grabados, son célebres las escopetas de Ernesto de Hannover, se dice en los mentideros. Sin embargo, lo más valorado por cazadores y tiradores es un sistema de llaves que revolucionó el mercado, con un modo automático de apertura de cañones al

Hasta rincones exóticos

No estamos hablando de recién llegados. Cuando Harris Holland fundó la empresa en Londres era un entusiasta tirador fabricante de tabaco, que se asoció años después, en 1867, con su sobrino Henry, un joven de extraordinarias habilidades con el diseño. En 1883, la célebre revista inglesa The Field organizó un certamen de tiro y los participantes de Holland ganaron en todas las categorías. Fue su catapulta y el Imperio Británico su mejor vehículo para que las conocieran en los rincones mas exóticos del planeta. Han sido, y son, las preferidas de sultanes y marajás. En la puerta del establecimiento pueden verse los dos escudos que les acreditan como proveedores reales: son armeros tanto del duque de Edimburgo como del príncipe de Gales. Entre rifles y escopetas venden unos 80 al año, cifra a la que habría que sumar las de armas usadas de su propia marca. Algunas están en las vitrinas.

Desde el pasado verano, una sección de la tienda tiene un nuevo aire, una estética diferente. Otorgando cada vez más importancia a la moda, han lanzado una nueva colección de campo creada por Stella Tennant e Isabella Cawford. El fichaje del dúo aporta ese cotizado toque cool y de rebeldía que sólo la joven aristocracia británica sabe incorporar a su rancio abolengo. Y mientras moderniza su ropa buscando clientela en los que van al campo sin necesidad de coger una escopeta, no descuidan a sus fieles. Los responsables de la firma se muestran entusiasmados con la próxima inauguración, en primavera, de las nuevas instalaciones de suscampos de tiro en Northwood, a una hora del centro de Londres. Esta es otra de sus bazas. Se trata del único fabricante británico que tiene sus propios campos de tiro, sus instructores y cursillos. Son célebres entre royals y hombres de negocios de todo el mundo los eventos que organizan. En los sótanos de sus nuevas instalaciones estará el simulador audiovisual de tiro de uso no militar más avanzado del país, me explican. Y se me ocurre pensar que incluso más avanzado que el de algún que otro ejército de la OTAN.

Informa: expansion.com


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