El peligroso rescate de unos perros de caza en terreno volcánico

20 noviembre, 2018 • Noticias de caza

Muchas horas de incertidumbre y un rescate muy arriesgado forman parte de la situación vivida por un cazador y sus perros de caza.

Redacción | Pedro Hernández Sicilia respira por fin tranquilo porque puede acariciar a Tinto y a Muñeca. Este domingo cazaba con sus podencos canarios como de costumbre, junto a su cuñado y a un amigo que llegó de Tenerife. En un momento dado, dos de los animales quedaron atrapados en una cueva volcánica. Estaba en el municipio de Fuencaliente de La Palma, donde el terreno es muy abrupto. La cueva era profunda y ahí, con los podencos aprisionados, comenzaba su calvario para recuperarlos.

El cazador escuchaba a TintoMuñeca dentro de la oquedad, que era tan grande que desorientó a los perros, quedando atrapados. «Estaba muy nervioso y más aún al escuchar a los perros dentro de la cueva», explica Hernández a Cazaworld. «Es una situación que no deseo a nadie».

Como entre ellos no podían liberarlos, hicieron turnos día y noche hasta esta mañana, cuando Pedro Hernández, de 48 años, se ha reunido con la alcaldesa de esta localidad, Nieves María Rodríguez. El Guarda Rural de la Federación Insular de Caza le acompañaba, y el propósito del cazador era contar la situación a la edil y reclamar ayuda.

«Lo que más me jodía anímicamente era que los oía pero no podía hacer nada por sacarlos», relata el cazador angustiado al saber que sus podencos se encontraban en la gruta.

Los bomberos realizaron dos aberturas en el terreno / Cazaworld

Riesgo de derrumbamiento

La alcaldesa de Fuencaliente de La Palma, tras escuchar el relato de lo sucedido, autorizó a los bomberos de la localidad para ayudar al cazador en el rescate de sus podencos. Los Bomberos del Consorcio de Servicios de La isla de La Palma acudieron al lugar donde estaban los dos perros apresados con una miniescavadora.

Una vez en el sitio, sobre las 12 horas, el equipo de bomberos hizo una apertura en el tubo volcánico y uno de sus miembros se introdujo por él al interior. La situación era muy delicada por el riesgo de derrumbamiento. «Me puse muy nervioso —comenta Hernández— cuando el bombero entró en la oquedad y me dijo que había roncado un perro». El bombero le explicó que los podencos no podían salir por la oscuridad del lugar, lo que los desorientaba para encontrar una salida, y la altura hasta la posible vía de escape.

Al tener localizados los perros, hicieron otro hueco junto al primero. «La sensación de haber dado con el sitio, oír a los perros vivos en la profundidad y no poder hacer nada es algo que no deseo a nadie», cuenta este cazador de Villa de Mazo.

Momentos en los que Pedro Hernández recupera a sus podencos / Cazaworld

Ante la expectación del cazador y de todos los presentes, sobre las 18.30 consiguieron rescatar a Tinto y Muñeca. «¡Me alegré como un niño chico cuando los vi salir por el agujero!», dice con alegría.

En el momento del rescate estaban presentes cazadores, familiares y guardas, personal de bomberos y de la federación de caza, con los que Hernández muestra su total agradecimiento por la ayuda prestada, así como con el Ayuntamiento de Fuencaliente de La Palma.


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