El accidente de una patrulla de la Guardia Civil con un ciervo reaviva la polémica

1 diciembre, 2016 • Actualidad

Un nuevo accidente, esta vez sufrido por una patrulla de la Guardia Civil, se suma a los siniestros causados por la fauna salvaje en la Sierra de la Culebra (Zamora), que ascieden a 1.000 en lo que va de año, según manifiesta el responsable de Medio Ambiente de COAG, José Manuel Soto. La colocación de señales prevista por la Diputación, propietaria de la vía donde ocurren los siniestros, es una medida insuficiente para Soto. «La gente está muy cabreada», dice el representante de la organización agraria.

La Guardia Civil tampoco se libra de los accidentes provocados por la fauna salvaje. Ocurrió la tarde del pasado lunes en plena Reserva de la Sierra de la Culebra, cuando dos agentes acudían con su vehículo oficial a auxiliar a una persona que permanecía inconsciente en una calle de Linarejos.

placa trafico animales

En la carretera provincial ZA-P-2640 de Sagallos y Linarejos, entre Folgoso y Pedroso de la Carballeda, los guardias se vieron sorprendidos por un ciervo joven que invadió la calzada. El impacto del animal provocó daños en el vehículo e impidió a los agentes continuar el servicio, aunque el accidente no retrasó el auxilio ya que detrás de los guardias viajaba una ambulancia que pudo llegar a Linarejos sin pérdida de tiempo.

Entre tanto, los guardias accidentados movilizaban a otra patrulla que se encontraba por la zona, que rápidamente se desplazó hasta Linarejos. Por desgracia el esfuerzo y la diligencia de todos los medios movilizados no fueron suficientes para salvar la vida del vecino de este pueblo perteneciente al Ayuntamiento de Manzanal de Arriba, F. B., de 80 años, quien había sufrido una parada respiratoria de la que no salió pese a los intentos de reanimación de los servicios médicos desplazados hasta el lugar.

El servicio de emergencias 112 había recibido una llamada a las 18.17 horas del pasado lunes alertando de que había una persona inconsciente en la calle. Un vecino de Folgoso, que retornaba al pueblo vio el cuerpo tendido al lado de la calzada y avisó al 112. El octogenario fallecido residía buena parte del año en Linarejos, pero el invierno lo pasaba en la provincia de Alicante, a donde estaba a punto de marcharse una vez pasado el Puente de la Inmaculada.

Aunque por fortuna el accidente sufrido por la patrulla de la Guardia Civil con un ciervo no retrasó la emergencia, el siniestro reaviva la polémica sobre la sucesión de siniestros provocados por la fauna en la Sierra de la Culebra. Hace apenas un mes, otra patrulla corría la misma suerte en la conocida como «curva de Moldones», en la carretera de la Diputación que une esta lo calidad con el cruce de la que va de Mahíde a Riomanzanas. En esta ocasión el causante fue un jabalí.

Tras conocer este nuevo episodio en La Carballeda, José Manuel Soto, responsable de Medio Ambiente de la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos (COAG), aseguraba que el accidente «viene a confirmar lo que estamos denunciando días tras día, que las carreteras están intransitables. Dónde están las máquinas para limpiarlas, están invadidas por la maleza y no se ve nada».

La vía donde se produjo el accidente es de titularidad provincial, es decir de la Diputación. «Es una carretera estrecha y no hay margen de visibilidad. En ese caso, la Guardia Civil no va de paseo, acudían a una emergencia, van a una velocidad y las consecuencias pueden ser mayores» advierte Soto. «Al paso que vamos, sin que nadie haga nada, con las administraciones mirando para otro lado, no descartamos tocar la campana» en referencia a nuevas movilizaciones. «La gente está muy cabreada, vamos por los mil accidentes este año con los animales, son tres diarios».

El representante de la organización agraria considera que la medida anunciada por la Diputación de colocar señales «no es la solución; señales es lo que sobra, lo que hace falta es que traigan las máquinas y se pongan a limpiar las cunetas. Donde ha ocurrido el accidente es una recta, si hubiera estado despejado no ocurre nada pero no había margen de visibilidad».

Precisa además José Manuel Soto sobre la carretera en cuestión se ha pedido «muchas veces» el arreglo del firme «y la respuesta de la Diputación es que son 10 kilómetros, que es muy larga y tocará esperar. A ver si se va a llegar demasiado tarde, porque hasta que no pase algo gordo aquí no se mueve nadie y hemos llegado a un punto que no estamos dispuestos a pasar ni una más».

Informa: Irene Gómez para laopiniondezamora.es


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