Crónica de montería de Condemora, por Monteros del Hito

27 octubre, 2017 • Caza mayor

El sábado 21 de octubre cazaba Monteros del Hito la finca ubicada entre los términos de Santiago y Valencia de Alcántara denominada «Condemora». Esta preciosa finca está compuesta de una meseta en su parte mas alta, teniendo un declive con fuertes barrancones justo en el lado opuesto dando cara al río, haciendo linde con fincas como «Valdecaballos», «Misericordia» o «Caldereros», cuyos nombres os sonarán de otras ocasiones.

Muy temprano quedaba Jesús Carrero con sus monteros para agilizar los trámites, dado que esta finca, por sus características, conviene cerrarla temprano. Esto, además del fuerte calor que se está sufriendo en este arranque de temporada, hizo tomar esta decisión. Así, el reloj marcaba las ocho y cuarto cuando se comenzaban a dar las últimas indicaciones sobre el estado de la mancha y las características de la cacería que se iba a celebrar.

Poco después partían las primeras armadas hacia el cazadero.

La mañana había salido mas fresca que en días anteriores, por lo que favorecía el trabajo de los perros si se apremiaba a la hora de soltar. Mucho antes de producirse la suelta se tenía conocimiento de haberse abatido ya caza en ambas partes de la mancha, la cual parte la carretera de Valencia a Cedillo.

Como estaba previsto, poco después de las diez y media se abrían los portones de las rehalas y comenzaba la montería con lances salpicados en el tiempo y muy desigualmente repartidos, dado que la caza se había concentrado en la parte alta, y desgraciadamente abandonó el cazadero en grandes pelotas, dando así opciones a unos pocos, y quedando a otros muchos con las ganas, dado que estos grandes grupos de cervuno no se separaron y tardaron poco en dejar el cazadero baldío.

Así, el amigo Enrique se quedaba con cuatro venados en el cierre de Porqueros, pudiendo quedarse con otros dos que marchaban en sendos grupos que cumplieron con posterioridad.

Los disparos se sucedían al compás de las ladras, que no se antojaban largas por el acusado calor. Los jabalíes, que fueron los grandes ausentes de la montería, se habían concentrado y hecho fuertes en el ‘morrón de Misericordia’, y fue allí donde se levantó un encame y los monteros disfrutaron de ladras más largas y duraderas, con lances ansiados tras los escurridizos guarros.

Sobre las 13:00 daba por finalizada la montería Jesús Carrero y retiraba a sus monteros hasta el cortijo de la finca, donde esperaba un copioso catering para hacer más amena la espera de las reses abatidas.

Como siempre, el buen ambiente reinaba entre los monteros, con grandes reencuentros entre amigos como Casimiro Núñez, Raquel Pérez y familia, los Honrrado, Enrique Garrido, Jesús Talavera y un largo etcétera de habituales, los cuales espero me perdonen por no nombrarles. Así, la comida estuvo entretenida con lances acertados de unos, lances fallidos de otros y caras de admiración de los que no habían tenido suerte en esta jornada.

Las reses se mostraron finalmente en el plantel, con 20 venados, destacando uno de muy buen porte, 3 jabalíes, con un buen navajero entre ellos y unas ciervas que se habían abatido como medida de gestión.

Ni que decir tiene que allí todo el mundo terminó antes de que los monteros se levantasen de las mesas, porque al día siguiente se volvían a juntar para cazar. Y es que las conversaciones entre los lances acaecidos en esta jornada y los que se iban a producir en la siguiente endulzaron las mentes de los monteros que fueron apremiados a abandonar la finca, ya con la noche a las puertas. Y es que, cuando uno se encuentra a gusto con la gente y cazando casi entre familia, suelen pasar estas cosas. Así cerraba una jornada más Monteros del Hito en Extremadura.

Crónica de Carlos Casilda Sánchez


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