A vueltas con el lobo en España

14 marzo, 2016 • Información de interés

El MAGRAMA cifra en 297 las manadas de lobo ibérico en España

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha hecho público el pasado 11 de marzo el Censo 2012-2014 de lobo ibérico (Canis Lupus, Linnaeus, 1758) en España. Este documento recoge la estima poblacional de la especie entre esos años para la península ibérica, que arroja un total de 297 manadas distribuidas por nueve comunidades autónomas. Son datos que la Oficina Nacional de la Caza, la Conservación y el Desarrollo Rural había solicitado recientemente al MAGRAMA “con el fin de proteger a los ganaderos, las áreas rurales y a la propia especie”.

La “Estrategia para la Conservación y Gestión del Lobo en España” se aprobó en diciembre de 2004 por la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza y en enero de 2005 por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente. Redactada por el Grupo de Trabajo del Lobo, recomendaba actualizar la información sobre la distribución y el tamaño aproximado de la población española de lobos, al menos, cada diez años. En este sentido, el MAGRAMA ha promovido y coordinado un censo nacional de la especie que se ha desarrollado entre 2012 y 2014. Las anteriores estimaciones de población de lobos en España datan de 1988, contabilizándose 294 grupos familiares, y de 2007, con 250. Las metodologías de estos tres conteos no han sido las mismas, por lo que no sería válido cruzar datos.

lobo_iberico

El censo nacional

Para el censo realizado entre 2012 y 2014, tras definir en una primera fase de definición de la metodología y de las áreas de trabajo en cuadrículas UTM de 10×10 km, se emplearon los siguientes métodos de muestreo indirectos y directos: itinerarios de indicios (huellas o excrementos), estaciones de espera (avistar ejemplares), estaciones de escucha (identificar aullidos) y foto-trampeo. Estos se han apoyado con entrevistas personales en áreas de expansión y zonas de presumible presencia con guardas, pastores, cazadores, etc.; ataques registrados a ganado, citas de avistamientos y lobos muertos por diversas causas.

Los trabajos de campo se han desarrollado por personal específico y formado de cada una de las comunidades autónomas donde se ha llevado a cabo el censo: Galicia, Andalucía, Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja, Madrid y País Vasco. El personal que ha participado en la recogida de datos ha estado coordinado por un técnico que a su vez ha tenido una asistencia técnica y científica por cada comunidad. Todo ello bajo la coordinación del MAGRAMA.

Para obtener los datos totales, se contabilizaron las manadas de lobo por regiones, contándose como una sola aquellas de las que se tuviera constancia de su presencia en una comunidad y en otra limítrofe. De los datos recogidos se ha obtenido un total de 297 manadas, que engloban los grupos familiares exclusivos y aquellos otros compartidos entre comunidades y contabilizados una sola vez. Castilla y León es la región que destaca por número poblacional, con un total de 179, seguida de lejos por Galicia y Asturias, con 84 y 37 manadas respectivamente. El resto de comunidades no sobrepasan la docena de grupos familiares.

Datos Censo Nacional Lobo

Se han podido identificar manadas compartidas entre País Vasco, Cantabria y Castilla y León; Asturias y Galicia, así como entre las comunidades de Castilla y León y Asturias, Galicia, Castilla-La Mancha y la Rioja. Además, se ha constatado una expansión de la especie hacia el sur peninsular, más concretamente hacia el Sistema Central, provincias de Ávila, Segovia, Guadalajara y la Comunidad de Madrid.

En el caso de Andalucía, si bien es cierto que se han obtenido datos que confirman la presencia de la especie, como excrementos, avistamientos y estaciones de escucha, no se ha podido precisar una estima de población en Sierra Morena, que es donde se concentran los datos recogidos, ni se ha podido determinar la presencia de ningún grupo familiar reproductor.

Caza y conservación

El Grupo de Trabajo del Lobo, que se engloba entre los pertenecientes al Comité de Flora y Fauna Silvestres del MAGRAMA, desarrolla entre otras funciones la de actualizar y llevar un seguimiento de la información relativa a la especie que trata, sus aspectos de conservación y la elaboración de planes de actuación. En el caso del lobo ibérico, el MAGRAMA manifiesta que es una “especie señera” de la fauna silvestre de España y que una de las prioridades es la poder compatibilizar la conservación de la especie con el desarrollo de actividades tradicionales, como pueda ser la ganadería extensiva.

Las asociaciones de ganaderos de comunidades como la castellanoleonesa recogen por su parte y de manera frecuente los ataques al ganado que sufren sus socios por causa del lobo. Para indemnizar estos daños, el Ministerio aprobó en 2015 una partida de 750.000 euros destinada a que las comunidades autónomas puedan reforzar sus programas de prevención de daños causados por el lobo y el oso. Ejemplo de ello serían los cercados convencionales o electrificados y la protección mediante perros guardianes. Pero en Castilla y León, especialmente en Zamora, Ávila y Salamanca, las cifras oficiales no se ajustan a la realidad, según declaraciones a La Razón de José Manuel Soto, responsable de medio Ambiente de la Coordinadora de Asociaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) en Zamora. Soto afirma que «la Junta reconoce que tiene que abonar 350.000 euros al año en indemnizaciones y ese es el coste oficial; el daño real es un 25% superior como mínimo. El problema ‒insiste‒ es que vamos en aumento y el lobo cada vez se extiende sobre más territorio». Desde el sector cinegético se mantiene con firmeza que una herramienta de gestión de la especie y control de sus poblaciones es la propia caza, tal como viene realizándose al norte de la cuenca del Duero por la delimitación geográfica que se establece en la Directiva 92/43/CCE de Hábitats, pero hay voces ajenas discordantes y, en ocasiones, agresivas. Las acciones de destrucción de puestos de caza en Zamora por activistas ecologistas fueron muestra de ello en 2015.

Como ha sucedido el pasado domingo en Madrid, donde un centenar de personas se han manifestado para solicitar que el lobo sea declarado especie protegida en toda España, la Oficina Nacional de la Caza mantiene que atravesamos un momento en el que desde algunos ámbitos ecologistas se quiere «sobreproteger» la especie. La ONC se dirigió al Ministerio con el fin de mostrar a su vez su entera disposición para colaborar en los trabajos que se desarrollen acerca del conocimiento de la especie.

El MAGRAMA acaba de dar a conocer el censo más reciente que se hace del lobo ibérico, coordinado por una dirección técnica y realizado en varias comunidades autónomas. Entre ataques continuos a ganado en zonas loberas, pujas cuantiosas en subastas de caza, solicitudes de gestión cinegética al sur del Duero y el rechazo constante de entornos animalistas, unas 300 manadas de lobo están sobre la mesa y varios sectores ‒ganadero, cinegético, administrativo y ecologista‒ andan a vueltas con ellas.


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