Balance de la Media Veda por Jesús Crespo
La Media Veda en mi querida Salamanca comenzó con un madrugón y casi sin dormir el quince de agosto. El destino había decidido que después de diez años saliese de caza sin mi perra veterana, pero las nuevas generaciones, dos hijas de ésta, se empeñaban en acompañarme. La jornada de caza, a pesar de la perezosa inocentada de las perras, se desarrolló en condiciones y conseguí cobrar nueve bellas africanas.
Los días se fueron sucediendo de manera pareja al comienzo, en la retina se guardaron algunos fallos imperdonables, algunas codornices a las que decidí no tirar por seguridad o porque las perras no se percataron de su salida y la primera paloma torcaz que consigo abatir.
Por supuesto, también hubo días peores, como aquel en el que la lluvia decidió aguarnos la fiesta, y nunca mejor dicho. En esos días las codornices parece que decidieron enterrarse y por más que des vueltas y vueltas no consigues levantar nada.
El balance general es bueno, las poblaciones de codorniz y de paloma torcaz aumentaron con respecto a la temporada y a lo largo de la Media Veda me faltó una pareja para alcanzar la treintena de africanas abatidas.
Hay sólo 1 comentario. Yo sé que quieres decir algo:
Gracias Jesús por compartir tu experiencia en la media veda.