Autorizada la caza de 107 ciervos y hembras sin límite en el P. N. de Monfragüe por superpoblación

Venado atravesando la postura de un cazador en montería. / J Carlos Calvo

Venado atravesando la postura de un cazador en montería. / J Carlos Calvo

La superpoblación ocasiona un impacto muy alto sobre la vegetación del parque nacional y sobre la afección de tubérculosis en jabalíes y ciervos. 

Un 25% de los jabalíes tienen tuberculosis y entre un 2-3% de los ciervos también están infectados. La calidad de los ciervos es baja o muy baja en la mayoría del parque.

La Junta ha autorizado la caza de 107 ciervos dentro del parque nacional de Monfragüe para esta campaña cinegética, según figura en una resolución publicada en el DOE (Diario Oficial de Extremadura) el pasado día 8. En ella se presenta el programa de acción selectiva de ungulados en el parque nacional, un documento de 12 páginas que explica por qué hay que abatir ejemplares de estos mamíferos y de jabalíes, y cómo debe hacerse.

El texto recoge las conclusiones de los últimos censos de población de estas dos especies, realizados desde el año 2015 hasta la berrea de 2017. Y la estimación es que hay unos 9.320 ciervos, de los que algo más 2.000 están en el parque nacional (18.396 hectáreas) y más de siete mil en los alrededores, hasta completar un área total de unas 40.000 hectáreas que incluye a las principales fincas cinegéticas. Hay que tener en cuenta que el parque nacional no tiene vallas, por lo que es habitual que los ciervos que viven en él salgan y que entren los que suelen están fuera. En base a estas cifras se autoriza la caza de 107 machos en el parque nacional, y se propone que en el conjunto del espacio natural sean abatidos 275, además de mil quinientas hembras.

La superpoblación supone «un impacto alto o muy alto sobre el 62,5% de la vegetación del parque nacional», se especifica en el texto publicado la semana pasada. En él se aclara también que «hasta un 72% del territorio presenta calidad baja o muy baja en los ejemplares de ciervo del parque nacional y su entorno».

La nueva norma prohíbe las acciones cinegéticas en domingos y festivos

Además de la superpoblación de ciervos, el parque nacional tiene otro problema: la tuberculosis, una patología que afecta al 25% de los jabalíes y a dos-tres de cada 100 ciervos, según los últimos datos facilitados por el Servicio Extremeño de Salud.

Estas dos evidencias (superpoblación y tuberculosis) llevan a la dirección del principal espacio natural de la comunidad a considerar «imprescindible proceder a la reducción de ciervos y jabalíes de ambos sexos de manera significativa». «En las fincas privadas del parque nacional principalmente -continúa- es necesaria, en general, una reducción anual importante de ciervos y jabalíes, que puede llevarse a cabo con acciones de control».

Desequilibrio entre sexos

Se persigue «eliminar la mayor cantidad posible de jabalí, que es el principal depredador de nuestras especies-presa (conejo y perdiz), y que constituye además un importante reservorio silvestre y excelente indicador de la presencia de tuberculosis en su entorno, dado que es altamente susceptible a la infección». «Asimismo -añade-, se propone la eliminación de buena parte de ciervos para equilibrar la ratio entre sexos y mejorar la calidad de la especie en general».

La calidad de los ciervos es baja o muy baja en el 72% del parque nacional

En base a estos argumentos, se mantiene como ilimitado el cupo de caza de jabalíes y, como novedad, tampoco se fija un máximo de ciervas abatibles, pues sextplican la población de machos y son la clave para frenar la reproducción de la especie, aunque el común de los cazadores prefiere a los machos, por sus cornamentas. Las tablas de capturas autorizadas y realizadas de los dos últimos años permiten constatar que en el caso de las hembras, no se cazan ni la mitad de las autorizadas. En concreto, fueron abatidas 379 de 962 posibles en el ejercicio de 2016 y 372 de 757 el año pasado, según las cifras que figuran en el texto oficial, que recoge otra novedad, relativa a la jornada de celebración de las acciones cinegéticas. «Se realizarán -aclara la Junta- en días laborales preferiblemente y en ningún caso en domingos y días festivos». Estos dos últimos son los días en que suelen celebrarse las monterías.

La nueva norma advierte también sobre la promoción que los organizadores de estas acciones cinegéticas hagan de ellas. «Considerando que un control de población puede ser objeto de venta -previene-, en caso de publicidad previa en redes sociales o similares se indicará claramente que se trata de control de población y se indicarán los cupos y especies que pueden ser abatidas». «De no aparecer claramente especificados dichos requisitos -sigue- y considerarse publicidad engañosa, el hecho podrá ser objeto de denuncia, tramitándose el correspondiente expediente sancionador».

Uno de cada cuatro jabalíes del espacio protegido tiene tuberculosis

El programa de acción selectiva, que estará en vigor hasta que se apruebe el de la temporada 2018/19, recoge también que «en la medida en que las posibilidades presupuestarias y la disponibilidad de personal lo permitan, la administración gestora continuará realizando controles selectivos mediante trampeo en todas las fincas de titularidad pública y en aquellas de propiedad privada que lo soliciten». «Estas acciones puntuales y claramente localizadas -amplía la resolución- se realizarán durante todo el año 2018 y 2019, y siempre serán llevadas a cabo por personal propio de la Dirección General de Medio Ambiente».

Informa Antonio. J Armero para hoy.es