Asociaciones ecologistas y cazadores de acuerdo por una vez
El topillo es un grave problema para los agricultores de Castilla La Mancha. Se come todo lo que encuentra y tiene una gran capacidad reproductora. Las previsiones son de plaga para el año próximo. Pero esta todavía no se ha producido. Sin embargo, la Junta de Castilla y León ha adjudicado por 190.000 € a dos empresas, la distribución de 48 toneladas de de cereal envenenado con rodenticidas.
Podemos suponer que es la mejor opción disponible para solucionar el problema pero la realidad es que ya el año pasado se compraron 38 toneladas de veneno que no se utilizaron al no llegar a declararse el estado de plaga.
Además, este veneno es altamente peligroso y contaminante para aves rapaces, mamíferos carnívoros y cualquier animal que pueda entrar en contacto con el cebo, incluyendo especies cinegéticas como liebres y palomas, perdices o conejos.
Y a pesar del antagonismo existente entre cazadores y ecologistas, esta medida ha servido para crear un frente común en contra de esta resolución.
Las razones están claras: es perjudicial para animales y por extensión el ser humano, ya que puede introducirse en la cadena alimenticia y además es ineficiente como se ha comprobado en anteriores ocasiones, lo que ha llevado además a un despilfarro de dinero en dos vertientes, la compra de veneno y luego indemnizaciones millonarias en compensación de daños.
Esta unión temporal de esfuerzos entre los ecologistas y los cazadores, a través de la RFEC parece hecha a medida del espíritu navideño. Pero la realidad es que solo estando unidos se puede luchar contra el sinsentido de los políticos que juegan con el dinero de todos.
Porque, si el pesticida se ha mostrado ineficiente anteriormente, ¿qué razones pueden hacerlo favorable ahora?
Más información en la web de la RFEC.