ASAJA apoya las batidas de jabalíes por su eficacia

Que el cuantioso número de jabalíes diseminados por el territorio gerundense sigue siendo un problema sin solucionar es una realidad certera. Prueba de ello es el baile de declaraciones y contradeclaraciones realizadas por partidarios y opositores a las batidas de caza y a las que se ha sumado un nuevo actor: la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Catalunya (ASAJA). La entidad ha mostrado su apoyo a las cacerías al considerarlas «necesarias, no sólo para los agricultores, sino también para toda la ciudadanía ya que son un grave peligro para los accidentes en las carreteras».

La asociación también ha solicitado un protocolo de actuación unitario entre las administraciones, el cuerpo de agentes rurales y de policía, y las sociedades de cazadores para llevar a cabo estas batidas con la máxima eficacia. «Sería lo mejor para todos porque con las batidas actuales lo único que se consigue es que, además de eliminar sólo algunos pocos ejemplares, los jabalíes se asusten y se trasladen a otra zona, con lo que, al fin de cuentas, el número de individuos no desciende significativamente», explica el presidente de la sede de ASAJA en Girona, Martí Clos.

Otra de las peticiones que la asociación de agricultores realiza es la puesta en marcha de un seguro que compense rápidamente las pérdidas provocadas por los paquidermos; 300.000 euros en toda Cataluña durante 2015 aun habiendo capturado más de 20.000 jabalíes durante el mismo período. «Llevamos años reclamando esta medida y llevamos años sin obtener respuesta cuando para nosotros, la responsabilidad de los daños que causan las bestias es de la administración, y lo es de la misma manera en que, si mis vacas se escapan de la granja y causan daños en una propiedad privada, yo soy el responsable», aclara Clos.

Otra asociación de agricultores, Unió de Pagesos, ya apoyó públicamente las capturas nocturnas y en todo terreno de jabalíes, puestas en marcha de manera excepcional por el Departament de Agricultura y los agentes rurales a principios de este mes de agosto en las comarcas de Girona, y que rápidamente fueron denunciadas por la Comisión de Protección de los Derechos de los Animales del Colegio de Abogados de Girona.

La presencia de este animal en Girona ha crecido desde 2009 hasta convertirse en un problema. De poco ha servido la política basada en cacerías controladas impulsada desde el Departament d’Agricultura y llevada a cabo por las 259 sociedades de caza de la provincia.

Los datos registrados por los cazadores de Girona en los últimos años sitúan en 11.134 ejemplares los animales abatidos en 2012, 12.349 en 2013, 13.000 en 2014, 13.800 en 2015. Este año prevén elevar la cifra a 15.000.

Según los juristas, el tipo de incursiones nocturnas programadas por Agricultura son «ilegales», según lo estipulado por la Ley de Caza, de ámbito estatal y aprobada en los años 70. Prevé sanciones a aquellos que «cacen de noche, con armas de fuego o bien accionadas con gas o aire comprimido, auxiliándose con los focos de un vehículo a motor o con cualquier otro dispositivo que emita luz artificial». Por ello, el colegio de abogados reclamó al departamento la suspensión inmediata de las batidas, además del uso de métodos mucho más éticos y efectivos para el control de la población de jabalíes, tales como la aplicación de vacunas anticonceptivas que regulen la capacidad reproductiva de los animales.

«Con todo el respeto, es una opinión que no puedo compartir de ninguna manera, sólo añadiré que hay ciertos colectivos que parecen estar en campaña permanente cuando el problema que tenemos es real y se ha de solucionar de cualquier manera», concluye Clos.

Informa: elmundo.es