Alberto Contador y la caza
Es imposible que no me venga a la mente una analogía entre la situación que está viviendo Alberto Contador y la que, muchas veces, soportamos los cazadores en España con respecto a la caza. Además da la casualidad que Alberto Contador es un gran aficionado a la caza y no tiene reparos, como figura pública que es, en reconocerlo.
Como ex deportista profesional, practiqué el baloncesto durante muchos años, yo también me sometí a varios controles antidoping a lo largo de mi carrera. Y aunque no tuve un problema como el de Contador, como ex profesional, se lo que puede pasar por su cabeza.
La “caza de brujas” a veces se lleva por delante lo bueno y lo malo, y no creo que sea un sistema adecuado para un mundo moderno y libre en el que vivimos. De acuerdo absolutamente, que las normas hay que cumplirlas, para eso están, pero si se toma una decisión basada en la norma, que como todo jurista neófito sabe es interpretativa, ha de ser una decisión argumentada, motivada y coherente, cosa que el TAS no ha hecho en el caso de Contador.
No voy a entrar en analizar si los picogramos de clembuterol son doping, no voy a entrar en los precedentes y el distinto rasero con el que se miden unos casos u otros, solo voy a decir que si se quiere ser práctico, sentar cátedra y mantener una imagen, se ha de ser coherente y no aceptar argumentaciones o rechazarlas según el caso. Si el implicado es famoso, pues ejemplarizar, si no lo es, pues menos duro o laxo total.
Esto me recuerda mucho a la situación que en España se vive con la caza. El radicalismo de algunos, hace que se tomen decisiones incoherente y no argumentadas y sin un ápice de profesionalidad. La persecución mediática y demagógica que se hace de una práctica milenaria es incoherente con la propia esencia de la democracia. Esta demagogia ha llevado muchas veces a las autoridades a tomar decisiones carentes de sentido, en contra de la gestión cinegética y de la caza como fuente de riqueza, no motivadas y extravagantes, de cara a la galería, que muchas veces es minoritaria.
Nuestros “amigos” franceses saben de lo que hablo, seguro. Ya que ellos tuvieron que coger el toro por los cuernos y movilizarse para que la caza no desapareciese. Por lo que me sorprende el rencor con el que tratan a Contador o Nadal, sin ir más lejos. Parecen esos ecologistas radicales que les dan igual 8 que 80.
La caza es una tradición y hay que respetarla, los valores que transmite son muy elevados, pero como en todo colectivo hay mala gente. Por eso para estos irresponsables se piden penas acordes a su falta (muchas veces las que hay son insuficientes). A mí me gustaría decirle a Contador, que si la sentencia no habla de doping probado, que esté tranquilo que no se ha dopado y que no es un irresponsable.