Agentes de la Guardia Civil desenfundan las pistolas ante un lobo en la autovía A-67

Agentes de la Guardia Civil desenfundaron este viernes sus pistolas ante la posibilidad de que un lobo invadiese la calzada de la Autovía Cantabria-Meseta. Los conductores que circulaban por Santiurde de Reinosa alertaron al 112 porque «un perro» estaba merodeando junto a la carretera. La Guardia Civil de Tráfico dio a su vez aviso a los agentes forestales de la zona para evitar entre todos que el lobo bajase del talud del margen de la autovía. Los agentes cogieron sus pistolas ante la necesidad de abatir al animal si pisaba el asfalto y suponía un riesgo para la circulación.

Una espesa niebla cayó en la tarde de ayer sobre la comarca de Campoo. A pesar de la escasa visibilidad, algunos conductores vieron un animal merodeando por los alrededores de la Autovía de la Meseta (A-67) a la altura de Santiurde de Reinosa y, con buen criterio, avisaron a los servicios de emergencias. El 112 puso a la Guardia Civil de Tráfico en conocimiento de la situación para que acudiera a la zona y evitara a toda costa que aquel «perro», según describían los conductores, saltara a la autovía y provocara un accidente. La patrulla llegó alrededor de las cinco de la tarde a la zona señalada y tras inspeccionar los aledaños de la autovía, los agentes se encontraron con que el animal era en realidad un lobo.

Agentes de la Guardia Civil de Tráfico / G. Civil.

Los guardias avisaron enseguida a los agentes forestales de la zona para gestionar la emergencia, ya que lidiar con un lobo podía requerir medidas drásticas. Los guardias tenían que evitar a toda costa que el animal bajara del talud por el que rondaba en aquellos momentos y saltara a la autovía, así que desenfundaron sus pistolas reglamentarias por si era necesario abatir al lobo y se interpusieron entre el cánido y la carretera.

Finalmente, entre los técnicos auxiliares de Medio Natural y los guardias civiles de Tráfico consiguieron ‘empujar’ al animal de vuelta al monte, evitando una situación de gran peligro.

Los accidentes provocados por animales salvajes se han convertido en los últimos tiempos en una de las prioridades de las administraciones. El Gobierno de Cantabria, por ejemplo, ha colocado cerca de 2.400 botes de líquidos con productos atrayentes y repelentes –entre ellos orina de lobo–, en los quitamiedos de carreteras de toda Cantabria para redirigir a los animales salvajes hacia los pasos específicos y tratar así de reducir la alta siniestralidad que provoca la fauna salvaje. Además, en las carreteras más afectadas por este fenómeno se ha procedido a despejar la vegetación y a colocar elementos reflectantes que asusten a los animales.

Repelentes específicos

Cada año se produce un número considerable de accidentes en carreteras, pero desde que se inició este proyecto los siniestros vinculados a la fauna se han reducido en más del 70%, según fuentes del propio Ejecutivo regional. Los productos que se utilizan son naturales. En el caso de los repelentes se recurre a la orina de lobo, que hace huir a corzos, venados y jabalíes. Además, también se utilizan otros repelentes específicos para jabalí y corzo. El uso de repelentes no es nuevo, pues se comenzó a utilizar hace dos décadas y el producto se vende actualmente en garrafas. Su obtención se consigue con animales en cautividad, aunque visto el resultado se produce cada vez más de forma artificial.

Lo que no es habitual es encontrar lobos donde la presencia humana es notable, como sucedió ayer cerca de Santiurde de Reinosa al pie de la Autovía de la Meseta.

Informa Álvaro San Miguel para eldiariomontanes.es