Acto de la entrega de premios 2012 del real club de monteros

4 julio, 2013 • Noticias de caza

Ya hace unos días se celebró el acto de entrega de los premios anuales del Real Club de Monteros, correspondientes al año 2012.

El lugar elegido para esta ceremonia fue el Real Club Puerta de Hierro, que presentaba un lleno total de su salón, debido a la excelente acogida que tuvio, a los que asistieron más de 140 personas procedentes de variados puntos de nuestra geografía nacional, al haberse configurado esta celebración como un punto de encuentro y confraternización de todos los aficionados a la montería española, entre socios y amigos.

entrega premios club de monteros

Una vez terminado el almuerzo el presidente del Real Club de Monteros, D. César Fernández de la Peña, hizo un sucinto repaso de las actividades llevadas a cabo durante el último año, y también glosó brevemente los proyectos en los que está inmerso el club.

Anunció para todos los socios el recientemente logrado acuerdo de correspondencia con el Club de la Chasse et de la Nature de Francia, gracias a las gestiones promovidas por D. Nicolás Franco. Este es el club más emblemático que existe en nuestro país vecino en referencia a la caza y posee unas instalaciones y un museo dignos de admiración. Este acuerdo permitirá a los socios del Real Club de Monteros acceder a sus instalaciones y recibir los mismos servicios, que los que pueden tener los propios socios del club galo, recibiendo los socios de este club los mismos beneficios por nuestra parte.

En segundo lugar, anunció la creación de una categoría de afiliado a nuestro club pensada exclusivamente para los jóvenes, con la intención de que se vaya produciendo una promoción de la montería entre ellos y se asegure una continuidad del club, con la figura del Socio Júnior.

En este instante, nuestro presidente pasó la palabra a D. Guillermo Reparaz Vallhonrat, secretario del club, quien dio lectura a las actas de los acuerdos por los que se nombraban a los premiados en esta edición.

La encargada de la entrega de los premios a los galardonados fue S.A.R. Dª Teresa de Borbón, marquesa de Laserna. El primer galardón, Premio a la Personalidad Venatoria, recayó sobre el Excmo. Sr. D. Iñigo Moreno de Arteaga, marqués de Laserna. Posteriormente se hizo entrega del Premio Arte y Cultura a la Asociación Nacional de Taxidermistas (ANTAX), personalizada en su presidente D. Juan José Béjar Delgado, que acudió bien arropado por un nutrido grupo de profesionales de su asociación, y por último se hizo entrega del Premio Literario Jaime de Foxá, que obtuvo el extremeño D. Juan José Viola Cardoso.

Inició el uso de la palabra Juan Béjar, quien agradeció profundamente la concesión de este premio en nombre del colectivo profesional que representa. Durante su alocución nos hizo ver como esta profesión trasciende con mucho el concepto que todos tenemos de ella, bastante simplista y muy lejos de la variedad de materias que ha de dominar a la perfección, compendio de habilidades que acercan esta actividad más bien al rango de artística que a cualquier otra categoría.

Galardonados club de monteros

Según sus palabras: «Es una de las profesiones más complejas, dentro del gremio de los artistas, ya que se requieren buenas dotes de escultor, carpintero, pintor, gran naturalista y conocedor de cada uno de los entornos de los animales con los que trabaja. Tan sólo si reúne todas estas cualidades, podrá un taxidermista proporcionar a sus clientes trabajos exclusivos y de gran calidad.»

A su juicio la variedad de especies que llegan ahora a los talleres de taxidermia es inmensa, y esto ha devenido en que cada profesional trate de conseguir una especialización que es muy necesaria: «La tendencia hoy en día en el mundo de la taxidermia, es a la especialización. Por la gran diversidad existente de trabajos, cada maestro taxidermista se hace más entendido en uno de ellos y podrá tener mejores resultados. Por eso, hoy encontramos talleres de taxidermia donde se trabaja sólo con peces y reptiles, otros con aves y otros con mamíferos, e incluso algunos que sólo hacen trabajos de hueso. Las técnicas, los materiales y las herramientas que utilizan en cada uno de ellos son muy distintas y la especialización redunda en una ventaja para los clientes, pues se aseguran un resultado óptimo.»

Pero no olvida los problemas que en la actualidad envuelven a su actividad dada la maraña legal que en materia medioambiental sufrimos en España, llegando a situaciones esperpénticas por las diferencias.

Acto seguido tomó la palabra D. Iñigo Moreno de Arteaga, quien agradeció el premio, pero especialmente el ser el sucesor de Anna Gamazo, lo cual significaba un orgullo para él. Sin más dilación y tras referir brevemente las actividades del club, pasó a hacer públicas unas reflexiones sobre la caza en el mundo actual. «Se oyen voces que se quejan de la orientación que ha tomado actualmente, que se ha mercantilizado, que busca el éxito como su fin primordial, que importa más el cuanto que el cómo, en fin, que ha perdido su esencia.»

Para corroborar sus afirmaciones hizo un recorrido histórico desde el siglo XV, en el que nos citó varios autores que referían monterías de telas, la persecución de los osos y jabalíes que se habían soltado en un bosquete inmediato o incluso aquel relato de 1718 en los bosques que rodean Moritzburg, en Sajonia, donde «tuvo lugar un magno festejo cinegético en un recinto cercado con telas, en medio del cual se había levantado un pabellón desde el que los espectadores asistían al espectáculo; a las señoras se las reservó el piso alto y en el inferior, esforzados caballeros salían a dar cuenta de las reses aprisionadas. En esta reunión se abatieron 337 ciervos, 128 gamos y 614 jabalíes. Una minucia.»

Incluso llegó a referir una experiencia vivida por él en el Reino de Marruecos. En la descripción efectuada no faltaba detalle: «Habían dispuestos cinco puestos instalados sobre tarimas cubiertas de alfombras, el del rey Hassán II de unos 60 m2 modestos, de unos 15 o 20 m2 habían de ocuparlos. Entre un puesto y otro, el camino estaba barrido y contorneado con cantos rodados.» para acabar diciendo: «Creo haber demostrado que estas fiestas venatorias han existido siempre y estoy convencido de que seguirá habiéndolas.»

Para el premiado los supuestos en los que se basa la caza son el salvajismo de las presas, la aleatoriedad de los resultados y el esfuerzo del cazador, con lo que concluyó su discurso afirmando «Quizás en la superpoblada Europa, la cacería no puede ser tan exigente y habrá que convivir con lo artificioso; la solución puede que sea semántica. No decimos ‘cazar al pichón’, lo llamamos ‘tiro de pichón’; tampoco llamamos ‘cacería de tórtolas’, la nombramos ‘tirada’ o ‘paso’; pues de un modo parecido podemos buscar la voz adecuada para distinguir a los festejos en los que se abaten animales más o menos silvestres, para diferenciarlos de esas esforzadas cacerías en las que la caza es salvaje, el éxito es incierto y el esfuerzo es , capaz para el medio centenar de personas que le acompañaban, los otros, más para los dos cazadores, secretarios, ayudantes, cargadores y camareros que obligado. ¿La voz ‘fiesta’ pudiera convenir? ¿No podría llamarse a esos jolgorios, ‘Fiesta de caza’

A continuación el Excmo. Sr. D. Rafael Castellano, Conde de Priego, como secretario del jurado del premio Premio Literario Jaime de Foxá, dio lectura al acta por la cual se definía como ganador de este premio en su edición del año 2012 a D. Juan José Viola Cardoso, por su artículo titulado «Las liebres, pieza de caza misteriosa y sus vedas» publicado por la revista ‘Caza Extremadura’ en su número del pasado enero del 2012. Acto seguido el premiado dirigió a todos los presentes unas palabras de agradecimiento.

Nada más comenzar su mensaje pretendió obtener la venia de los allí presentes por su torpeza con la lengua española «No domino el castellano como para eso. Verán, yo soy extremeño, pero nacido en la raya con Portugal, en Monteoscuro, Alburquerque, lo que Pureza Canelo llama el Oeste de Extremadura. De manera que primero aprendí a hablar portugués, como lo hacía mi familia a pesar de ser todos españoles, ya bastante crecido, aprendí español.»

Posteriormente hizo un repaso por sus orígenes en la condición de montero, recordando la Sierra de San Pedro de antaño y la lista de los personajes que por ella cazaban como tierra pródiga en monteros.

Sin embargo, no pudo evitar comparar esa sierra con la de ahora: «Aquella Sierra de San Pedro, que les decía que antaño era prácticamente libre como el viento, ahora en su cuerda principal, esta cercada desde el Millarón hasta el Puerto del Clavín, de tal manera que los venaos de las riberas Sansustre, Zapatón y Albarragena, de la cuenca del Guadiana, no pueden cruzarse con los del Ayuela y el Salor, de la cuenca del Tajo.» para seguir diciendo: «Tal vez el problema en sí no sean los cerramientos, si tienen la extensión debida, si tiene comida y se cuida la forma de paliar la endogamia, las cercas, si cumplen esas condiciones, no son necesariamente malas. Si se solapan a lo largo de cien km. sin dejar pasos, si lo son. Pero el principal problema son los cercones donde se estabulan venaos, muflones, jabalíes, gamos y otras especies cinegéticas que luego pueden ser compradas para soltar en las manchas en el momento de ir a montearlas.»

Como colofón pidió disculpas por presentar en ese acto problemas de esta índole, pero explicó que «De Vds, de todos nosotros, ahora que estamos en tiempos de reformas, creo que es de donde pueden partir las recomendaciones oportunas para que la caza pueda seguir siendo una actividad ética y noble.»

Para concluir, cerró el acto D. Alfonso Ussía, que con su particular prosa glosó los méritos de cada uno de los premiados, incluyendo en su alocución multitud de chascarrillos y anécdotas que provocaron las inevitables risas de los asistentes, como es habitual en él.

Terminó afirmando que «Los premios del Real Club de Monteros resisten y resistirán, y son ya referencia de la cultura venatoria.» con lo que el acto de dio por concluído.


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