Caza y pintura: Alfonso Jaraiz nos cuenta sus emociones
Recientemente han entrevistado a Alfonso Jaraiz, un pintor especializado en caza, en la revista Jara y Sedal, una de las que tiene más solera en España.
En la entrevista, Alfonso desnuda su alma, y nos cuenta de manera intima y personal su motivación, como la imaginación le transporta a otros lugares, climas y paisajes, que luego nos transmite con asombroso realismo.
Alfonso Jaraiz: contraste de velocidad pura
Se muestra optimista respecto al futuro y ve la pintura como un medio ideal para liberarnos del tormentoso día a día que la crisis nos hace padecer.
Reproducimos la entrevista a continuacíon:
«Africa en sueños
La caza es una de las fuentes de inspiración de este pintor madrileño, que plasma en la mayoría de sus obras la riqueza faunística del continente negro, un lugar que anhela conocer.
Caballete, pincel, lienzo, tubos de pintura, espátula, tiento y paleta. Alfonso Jaraiz (Madrid, 1964) prepara con mimo los útiles que le acompañarán en este largo viaje. Pero no tendrá que esperar en la desesperante cola de embarque del aeropuerto ni agobiarse enlatado en un tren mientras cuenta las horas que restan para llegar a su destino. De una zancada, su imaginación le transporta a rincones recónditos en los que se funde con sus paisajes.
La naturaleza es su inspiración
Ahí está, en medio de la selva africana, delante de tres leonas que le observan con semblante desafiante. Es el momento. Pincel en mano, Alfonso se dispone a ‘cazar’ tal fastuosa estampa. Colores, trazas, formas, movimientos y luces van componiendo un lienzo colmado de realismo. Y es que la imaginación es su ferviente compañera de aventuras en la tenaz búsqueda de historias que plasmar. «Me inspira la vida, lo que nos rodea, pero no sólo lo referido a nuestro entorno o lo cercano, sino también la vida en otros lugares a los que nos tiene que llevar nuestra mente. La naturaleza de las distintas partes del planeta es una gran inspiración para mí», afirma el pintor.
Alfonso Jaraiz: Elefante Africano
Este delineante proyectista de profesión se declara un autodidacta genuino, aunque perfeccionó las técnicas que utiliza –óleo, acrílico, acuarela y pastel– en diferentes talleres, como el del prestigioso pintor Antonio Vázquez, y en la Academia Europea de las Artes. «Mis primeras obras son bocetos a lápiz en los que ya estaban presentes los animales. Siempre me ha entusiasmado todo lo relacionado con la fauna salvaje y he sido un gran admirador de Félix Rodríguez de la Fuente», confiesa con una sonrisa en la cara que le delata.
La pintura, medicina contra el estrés
El camino hacia el reconocimiento social de su labor no está siendo nada sencillo, aunque se conforma con utilizar la pintura como herramienta de evasión. «Corren tiempos de incertidumbre y cierto desasosiego. Por eso, pintar es una actividad idónea para desviar, aunque sea fugazmente, nuestro punto de vista de la crisis y de los problemas que nos acucian. Qué mejor manera puede haber para ello que sumergirse en actividades creativas e imaginativas que, sin duda alguna, van a contribuir a apartar esos problemas o desavenencias. Es sorprendente comprobar cómo ‘dar cuerda’ a nuestra imaginación hace que nos sintamos absolutamente recompensados e incluso maravillados de hasta dónde podemos llegar. Plasmando, creando, imaginando y consultando podemos envolvernos en un halo de tranquilidad y satisfacción absoluto, olvidándonos de lo que nos rodea», explica. Y es que observando su obra nos damos cuenta de su gran interés por el continente negro, del que se declara un enamorado. «El león y el elefante son animales magníficos. Representarlos es algo increíble. Puedo asegurar que pocas cosas son tan especiales como texturizar sobre una tabla la piel del gran paquidermo», afirma.
Con la serenidad y el equilibrio como estandartes, su ambición es plasmar la realidad tal cual es, con aparente sencillez compositiva en su estilo y cuidando los detalles y la armonía. «La composición debe ser serena y tener luz pura y propia. Soy meticuloso en mi trabajo, me informo y realizo estudios de la luz y de las formas antes de comenzar a componer. Me considero un artista investigador, observador y con un estilo propio, clásico pero contemporáneo al mismo tiempo», concluye. «
Texto: Jaime Valladolid
Gracias a Jara y Sedal por cedernos la entrevista