Monteses en Castellón: un rececho de altura
El rececho de animales selectivos es parte de la gestión que el cazador conservacionista realiza y en esta ocasión nos desplazamos a Castellón
Redacción | Tortosa-Los Puertos-Beceite, una maravillosa zona de caza donde la cabra hispánica debido al entorno, más parece comportarse como corzo, jabalí, zorro o comadreja… Y si el rey de las cumbres pocas veces se comporta como tal aquí, el cazador debe pertrecharse con el equipo más moderno cuando nos acercamos a cazar a este rincón castellonense.
Ropa técnica, con un camuflaje específico para este terreno, un calzado adecuado, accesorios y, sobre todo, los elementos ópticos, han de ser cuidadosamente seleccionados para, unidos a la munición recomendada para las monteses y a elementos de protección para el cazador, lograr que nuestro rececho sea más efectivo.
De la mano de Carlos Aparicio y Javier Solsona, del equipo Solognac, Cazaworld va en busca de un animal en concreto, un macho cuyo tamaño de medrones sea muy pequeño al que vamos a descastar para que no perpetúe su defecto. Al tiempo, se aprovechará el rececho para abatir una hembra vieja, cuyos anillos de los cuernos nos indiquen que ya dejó atrás su etapa reproductora, evitando así sobrepoblaciones que causen daños a los cultivos de esta zona de Castellón.
Aquí los prismáticos son fundamentales, como es obvio. Las zonas de solana y umbría, tan continuas y cambiantes en este entorno, nos demandará una óptica de calidad, y los profundos barrancos nos exigirán un visor con aumentos variables y mucha luminosidad, así como una protección auditiva adecuada al disparar entre cárcavas cerradas.
Como decíamos al principio, un equipo adecuado es garantía de poder cumplir nuestros objetivos cinegéticos y disfrutar al máximo de la jornada, como podemos ver en este reportaje.
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