Cazadores alertan de los efectos nocivos de una nueva plaga invasora

7 octubre, 2019 • Noticias de caza

Cazadores navarros piden que se adopten medidas urgentes para frenar la plaga de polillas del boj

La difícil tarea de controlar a este insecto invasor se une al silencio de grupos ecologistas o animalistas

Redacción | Los cazadores han sido los primeros en alertar sobre una nueva amenaza medioambiental en forma de plaga. Las consecuencias pueden ser dramáticas para las especies que viven en los bosques que sufren ahora el ataque de un insecto de apenas cuatro centímetros. Se trata de una polilla asiática que puede dejar sin cobijo a jabalíes y becadas, entre otras muchas especies de aves y mamíferos. La polilla del boj (Cydalima perspectalis) es una nueva especie invasora que devasta los bosques de boj de Cataluña, Baleares o Navarra.

Ahora son los cazadores navarros los que piden a la administración que adopte medidas urgentes para frenar esta plaga, pero desde el Gobierno Foral parecen esperar a que el recurso se termine para que la plaga desaparezca: cuando se acaben los bojedales, los insectos invasores morirán de inanición.

Tan voraz como prolífica

La polilla del boj es un lepidóptero nativo del este de Asia que llegó a Europa con la importación de plantas ornamentales. Alemania, Holanda, Austria, Francia, Inglaterra, Bélgica, Dinamarca, Italia, Rumanía, Hungría, Eslovenia o Rusia. El avance de la plaga desde principios de siglo es imparable y en España se dan los primeros avistamientos en Cataluña, Galicia y Cantabria en 2014. Más tarde, aparece en los bosques de Asturias, País Vasco, Navarra y Baleares, donde comienza su efecto devastador al atacar a los bosques de boj.

El insecto se come primero las hojas de la planta, pero luego ataca a la corteza de los pequeños árboles, causando causando un efecto devastador porque deshoja los boj y los deja prácticamente secos. La gran capacidad de reproducción de esta polilla la convierte en una plaga peligrosa. Puede completar su ciclo biológico —fases de huevo, oruga, crisálida y mariposa— dos o tres veces al año, por lo que su poder letal es mayor que el de lepidópteros defoliadores que tienen un ciclo anual.

Dada su alta tasa reproductiva y su gran voracidad, la amenaza para los bosques de boj es mayor. «En las zonas en las que existe mucho boj, la afección será importantísima, porque la becada lo usa mucho para pasar el invierno, así que cambiará de zonas y buscará otros lugares», explica José Ignacio Urriza, que es delegado de caza de becadas de la Federación Navarra de Caza (FNC). Esta es una de las razones por la que los cazadores navarros instan a que el Gobierno Foral tome medidas para frenar esta plaga, pero las actuaciones en territorio navarro parecen no ponerse en marcha.

En otras comunidades como la catalana, se llevan a cabo diferentes acciones para valorar su efectividad al la plaga, como son las trampas de feromonas para atraer a los machos, los emisores de confusión sexual y la búsqueda de predadores naturales.

Frenar la plaga invasora

El ingeniero forestal y asesor de la FNC Aitor Merino afirma que «la erradicación de la polilla es muy difícil una vez que se ha establecido en un área». Explica que se tendrían que valorar diferente métodos de control biológico, como pueda ser el uso de insectos parásitos y patógenos.

Mientras la amenaza que destroza bosques de boj perjudica a muchas de las especies que viven en estos ecosistemas, los cazadores claman soluciones antes de que esta plaga invasora deje secuelas en el paisaje que afecten a mamíferos y aves. Frenar la plaga es complicado porque la polilla, en su fase de mariposa, puede recorrer grandes distancias.

Grupos ecologistas y animalistas guardan silencio ante un problema que afecta a nuestros bosques y a especies tan emblemáticas y sensibles como la becada.


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