La caza social en peligro por el bloqueo de la Junta de Andalucía
A una semana del comienzo de la caza mayor en Andalucía la Junta no ha licitado los montes de Jaén, Cádiz y parte de Huelva y Córdoba.
La FAC denuncia que esto afectará a las sociedades de caza, al empleo y al control poblacional de las especies.
Informa Federación Andaluza de Caza | A una semana para el comienzo de la temporada de caza mayor, más de 40 sociedades de cazadores ven peligrar su futuro: el bloqueo de la Junta de Andalucía en la adjudicación del aprovechamiento cinegético de montes públicos continúa e impedirá que puedan desarrollar su actividad, lo que supondrá la pérdida de socios y el desmantelamiento de muchas sociedades.
Pese a que la Federación Andaluza de Caza denunciaba esta situación el pasado 24 de septiembre, la absoluta incapacidad para resolver este problema por parte de la Consejería de Medio Ambiente, que ya ha licitado parte de los montes de Córdoba, sigue bloqueando la adjudicación de montes pendientes en las provincias de Jaén, Cádiz y parte de Huelva y Córdoba, lo que dejará sin cazar a casi 10.000 aficionados andaluces.
La situación es especialmente grave en Córdoba, donde 11 sociedades que representan a más de 2.000 cazadores asumen con preocupación e indignación que esta temporada no podrán desarrollar su actividad, que más allá de cazar conlleva creación de puestos de empleo o labores de conservación fundamentales para el medio ambiente, en zonas tan emblemáticas como Sierra Morena.
«La preocupación es máxima ante el grave perjuicio que se está provocando a las sociedades de cazadores. Muchas perderán socios y recursos, que además luego tendrán que invertir cuando se lleven a cabo las adjudicaciones fuera de la temporada hábil de caza» señala José María Mancheño, presidente de la FAC, quien destaca además la irresponsabilidad que supone renunciar a la custodia, conservación y tareas que realizan las sociedades de cazadores en el medio ambiente: «en plena expansión del jabalí y el cerdo asilvestrado, vectores de enfermedades como la Peste Porcina Africana, renunciar al control de estas poblaciones en zonas de franca expansión es, literalmente, jugar con fuego”.