Animalistas en la picota tras críticas airadas y atentados terroristas
Frank Cuesta, la activista animalista condenada en Francia y Nasim Aghdam, autora del tiroteo en la central de YouTube, protagonizan crudos momentos para el movimiento animalista.
Redacción | La autodeclaración de Frank Cuesta como “antianimalista” está siendo protagonista en las redes sociales. El famoso presentador ha hecho público un vídeo como consecuencia de miles de reacciones públicas que surgieron tras el accidente ocurrido el pasado lunes por un camión cargado de elefantes que volcó en plena autovía A-30 a su paso por Pozo Cañada en la provincia de Albacete.
Frank Cuesta está en contra del movimiento animalista ya que, según sus palabras, lo considera una moda de internet: «muchísima gente ha cogido esa bandera de soy animalista y se dedica en internet a decir “mira esto”, “mira lo otro”, “cojo un post de aquí y lo pego acá”…», todo con el objetivo de definir el animalismo como un «radicalismo total».
Cuesta se dirige en el vídeo a muchos de los animalistas a los que critica llamándoles «paletos» y diciendo que son «una auténtica lacra del auténtico animalismo». Para argumentar sus acusaciones, habla sobre las razones que le han motivado a hacer estas declaraciones públicas. Frank Cuesta afirma que está en contra de los circos y de los zoos, pero piensa que los animales que están en estas instalaciones, que vaticina que pronto desaparecerán, mejor están ahí que en otros lugares no apropiados. Habla también de los centros de rescate o recuperación de fauna.
Cuesta acusa a los que se proclaman animalistas de ser hipócritas por su actitud. Usan autovías y aviones para desplazarse, medicinas para sus hijos enfermos, teléfonos para comunicarse… y lo hacen en un mundo que «se ha creado gracias al abuso animal».
Este hecho llega justo despues de dos actos terroristas que relacionan los pensamientos animalistas y veganos de los protagonistas de la noticia.
La autora de los atentados de YouTube es «vegana y activista»
Otro hecho a relacionar con las redes sociales y la influencia que pueden llegar a tener en los usuarios, es el reciente ataque que ha sufrido la central de YouTube en California a manos de Nasim Aghdam. La autora de los hechos se definía en sus redes sociales como «culturista vegana, persa azerí, activista por los derechos de los animales que promueve una vida sana y humana». Además, Aghdam produjo y lanzó el primer anuncio y vídeo musical persa sobre los derechos de los animales y el veganismo a través de la televisión por satélite iraní en el año 2010.
La ‘influencer’ vegana y animalista, enfadada con YouTube, se lió a tiros en San Bruno, sede del canal de vídeos Youtube. La presunta atacante, que se definía como persa, publicó varios vídeos y entradas criticando la censura que ejercía la red social. La mujer se suicidó después de herir a tres personas.
Condenada por celebrar la muerte de un carnicero en Facebook
El pasado 23 de marzo, la localidad francesa de Trebes sufrió un atentado terrorista en uno de los supermercados de la ciudad, donde fallecieron tres personas y donde la polémica ha sido la protagonista a causa de una publicación en internet.
Tras el atentado, una animalista y activista vegana escribió un mensaje en su perfil de Facebook manifestando su «cero compasión» por la muerte de Christian Medves, el carnicero del supermercado Super U de Trèbes que falleció cuando el terrorista Radouane Lakdim entró disparando hasta ser abatido por agentes franceses. «¿Así que os choca que un asesino se haga matar por un terrorista? Pues a mí no, siento compasión cero por él, hay en ello una cierta justicia» fueron las palabras de la animalista.
Francia condenó ese hecho y la autora ha sido condenada por su mensaje en esta red social. Este hecho viene de la mano del ataque producido en la central de YouTube el pasado 3 de abril.
Unos hechos que ponen en evidencia a integrantes de un movimiento radical como es el animalismo que impera hoy en día. Hechos que, a su vez, nos llevan a analizar las redes sociales en profundidad con todo lo referente al trato animal y a sus posiciones extremistas. Un mundo que va más allá de opiniones y comentarios en RR. SS., que puede llegar a dejar desde condenas judiciales hasta actos terroristas.