Un cazador libera un gavilán que quedó atrapado en un palomar de Torremendo

13 febrero, 2018 • Actualidad

El cazador Fernando Martínez es presidente del Club de Caza «La Cordoniz», delegado de la FCCV, agricultor y un valedor ejemplar del medio ambiente.

Los cazadores de Torremendo son los primeros en alertar de hallazgos de repaces y otros animales protegidos heridos en la Sierra de Escalona.

El pasado fin de semana un gavilán (Accipiter nisus) quedó atrapado persiguiendo a las palomas en un palomar en el centro de Torremendo (Orihuela). Fernando Mártínez acudió al rescate del gavilán que fue capturado sin sufrir lesiones y posteriormente liberado. El gavilán es un depredador especializado en hábitats como el de Sierra Escalona, en el que se alternan pinadas y zonas de secano y matorral, pero no es infrecuente encontrarlo en zonas urbanas y en las ciudades caza pájaros de jardín y cantores. Es una de las especies de rapaz más comunes en Europa —su población ha aumentado tras la prohibición de algunos tipos de pesticidas que afectaban a la reproducción— y además de ser una rapaz apreciada en el mundo de la cetrería, se identifica por los colombicultores como uno de los principales depredadores de palomas de competición.

Fernando Martínez es presidente del Club de Caza de Torremendo «La Cordoniz» y delegado de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana. Es agricultor y todo un ejemplo de cazador concienciado con la protección del medio ambiente. No solo por el gesto que se aprecia en este vídeo. Desde hace años mantiene un acuerdo de colaboración y custodia del territorio con Amigos de Sierra Escalona (ASE) para una finca de su propiedad en la Sierra de Pujálvarez.

Colaboración ejemplar

La mayor parte de los cazadores son, en el caso de Sierra Escalona, aliados de la conservación del medio ambiente y el espectacular patrimonio natural de la zona. En la zona protegida como Lugar de Interés Comunitario y Zona de Espacial Protección para las Aves (ZEPA), como en otras tantas áreas de gran valor ambiental en España, hay muy pocos terrenos de titularidad pública, con lo que el acceso a muchos parajes está restringido.

A través de este acuerdo el colectivo conservacionista puede realizar actividades de voluntariado, repoblaciones de especies de arbolado autóctonas y otras actuaciones en su finca de gran valor ecológico y más de 160 hectáreas, también en colaboración con Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), que es la asociación que aporta los ejemplares de especies como palmito o madroño, entre otras, a las que Martínez ayuda a crecer con algún riego periódico.

Una buena parte de los hallazgos y avisos a los ecologistas y administración ambiental sobre aves rapaces, muchas de ellas, especies protegidas, y otros animales malheridos que tienen en esta zona su hábitat llega de la mano de los cazadores de un pueblo, Torremendo, que lleva décadas luchando duro por evitar impactos irreparables sobre su entorno natural —primero para evitar un macrovertedero y después para atajar la especulación urbanística sobre bancales de secano—.

Informa D. Pamies para diarioinformación.com


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