El jabalí es el protagonista del 90% de los siniestros que causan los animales salvajes
La cifra de 973 accidentes con animales registrada en 2017 en Aragón supone un récord y un notable incremento con respecto a los 713 de 2015 y a los 950 de 2016.
Los accidentes de tráfico causados por animales suponen ya el 44% del total de la provincia. De los 2.221 que hubo el año pasado, en 973 había fauna implicada, aunque la mayoría de ellos se saldan exclusivamente con daños materiales.
Este última cifra habla además de un aumento del 37% en solo dos años. El número de accidentes se ha traducido también en un aumento de las reclamaciones de daños ante el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) del Gobierno de Aragón.
Además, el jabalí es el protagonista del 90% de los siniestros que causan los animales salvajes. Suceden además en cualquier zona y en cualquier tipo de vía de la provincia, ya que no se concentran exclusivamente en zonas montañosas. De hecho, existen varios puntos en la A-23 entre Huesca y Zaragoza en los que se han producido accidentes. Solo los de ciervo se circunscriben al área entre Jaca y Villanúa (N-330).
La cifra de 973 accidentes con animales registrada en 2017 supone un récord y un notable incremento con respecto a los 713 de 2015 y a los 950 de 2016. De este modo, la provincia se sitúa entre las ocho primeras de España con mayor número, entre las que también están León, Burgos o Soria, esta última fundamentalmente por el ciervo. «Vamos en aumento», destaca el jefe provincial de Tráfico, Ándrés Fernández del Río, que también atribuye estos datos a la tramitación de más atestados porque los conductores quieren cobrar por los daños. Es curioso que 2 de cada 3 se producen de noche y, además, también se observa que se concentran en los meses de octubre a diciembre, dado que hay más horas de noche y actividad cinegética.
El jabalí es el causante del 76% de los siniestros con animales y supone hasta el 90% si solo se tienen en cuenta los salvajes, ya que hay otros con perros (61 del total) u otras especies domésticas como gatos, caballos, vacas, ovejas o cabras. El corzo, que también está muy extendido por la provincia, ha protagonizado 81 accidentes; le siguen los tejones con 27, los zorros (18), los ciervos (14) y las aves (12).
Las vías con más siniestros
Por carreteras, donde se concentra un mayor número es en la N-240, tanto de Huesca a Lérida como de Jaca hasta el límite con la provincia de Zaragoza, con un total de 95. Le sigue el Eje Pirenaico (N-260) que atraviesa Ribagorza y Sobrarbe hasta Sabiñánigo, con 76. Además, se registraron otros 42 en la N-260a, trazado por Cotefablo.
La N-330 es otra de las vías donde se contabilizan más accidentes, seguida en cuarto lugar por la A-22, entre Siétamo y Lérida. Además, hubo 9 accidentes en los 50 kilómetros de autopista AP-2. No obstante, la A-23 entre Huesca y Zaragoza supera esa cifra con 40 accidentes repartidos por todo el trazado. En este caso, según indica el jefe provincial de Tráfico, Andrés Fernández del Río, no siempre entran por que haya algún trozo de valla rota sino que acceden por las intersecciones.
A estas grandes carreteras, le siguen en siniestralidad la A-138 entre Barbastro y Aínsa, con 57 accidentes; la A-139 de acceso al valle de Benasque; y la A-131, de Huesca a Sariñena (30).
En cuanto a las reclamaciones que llegan al Inaga, en 2017 se registraron 832 en todo Aragón, de las que 401 procedían de Huesca, 234 de Zaragoza y 197 de Teruel. Estos datos también han aumentado ligeramente en toda la Comunidad y, en concreto, en Huesca, en 2016 se presentaron 380 y 404 en 2015, según informa el Gobierno de Aragón. Con todo, la fecha de entrada no corresponde a la del accidente sino a la que se presentó la reclamación, para lo que hay un año de plazo. No obstante, con la nueva ley de Tráfico los conductores tienen que asumir los accidentes, excepto cuando ha habido jornada de caza en la zona.
El Inaga solo tiene competencias cuando los siniestros se producen en terrenos cinegéticos o en refugios de fauna silvestre o vedados, por lo que del resto de casos carece de datos. En 2015 la cifra es más alta porque hay reclamaciones por especies de caza menor, que con la ley de Caza de marzo de 2015 la responsabilidad del Gobierno de Aragón se ciñe exclusivamente a la caza mayor.
Informa Elena Puértolas para diariodelaltoaragon.es