Grupos animalistas quieren crear una alianza para denunciar «los negocios» de la caza
Varios colectivos animalistas quieren «presionar» para que la caza se regule de manera «más estricta» y dicen que la Administración catalana les ha «despreciado».
Redacción | Este jueves se presentará en Barcelona una iniciativa de agrupaciones animalistas con la finalidad, según han adelantado, de «denunciar los negocios que se ocultan» en la caza. Quieren llamarla «La verdad de la caza».
Más de una quincena de formaciones naturalistas o de corte animalista van a mantener un acuerdo de colaboración con la intención de «presionar» para que la actividad cinegética se regule de manera «más estricta».
«Hay otras formas de gestionar la relación de los humanos con la naturaleza, que no pase por la violencia y la muerte de seres inocentes», afirma Jaume Grau, portavoz de la agrupación animalista. Formada por Ecologistas en Acción, AnimaNaturalis, Depana, Faada, Futuro Animal, Galgos 112 y Libera, con el apoyo de otros grupos como ADDAong, ANG, CEPA, CREM, Gepec, Limnos, Iaeden, Ipcena y SOS Delta del Llobregat, desde esta iniciativa anti-caza se hacen preguntas como la siguiente: «¿Cómo puede ser que una actividad [la caza] tan minoritaria esté tan protegida y ponga en riesgo al resto de usuarios?».
Oponiendose de partida a la actividad cinegética, que tachan de «anacrónica», estos grupos animalistas proponen para los medios urbanos actividades como la agricultura ecológica, la artesanía, actividades de ocio o el ecoturismo.
Los colectivos que integran esta alianza contra la caza sostienen además que la generalidad de Cataluña «ha favorecido intencionadamente al colectivo cazador a lo largo de los años». Dice que la Administración ha «despreciado» a agrupaciones como las suyas.
Gobiernos, científicos y cazadores contradicen a los animalistas
Lo afirmado por grupos animalistas ejerce una fuerte contraposición con lo afirmado por cazadores, científicos y algunos políticos. Según el Círculo Fortuny, en España hay más de 850.000 licencias de caza y la actividad genera más de 3.500 millones de euros y 54.000 empleos.
Políticos como el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, también contradicen la versión de los animalistas. Fernández Vara habla del cazador como un «aliado» del medio natural ya que son los primeros interesados en que este siga con vida. Y científicos como Ramón Pérez de Ayala consideran que la caza es imprescindible para la conservación: «Si desaparece la caza, muchos terrenos quedarían abandonados y el monte se cerraría y empobrecería».