Batacazo codornicero en Castilla y León
Los más afortunados fueron los cazadores burgaleses, siendo la excepción general de la mala apertura de la media veda en la comunidad castellanoleonesa.
La mala apertura de la temporada de la media veda en la Comunidad de Castilla y León no defraudó ni pilló por sorpresa a los aficionados regionales. Se sabía que nos encontrábamos ante un mal año codornicero y la primera mañana de la media veda vino a confirmar los peores augurios, cazadores sin ni siquiera disparar un tiro sobre las codornices, cotos sin rastrojeras, y las pocas que quedan están segadas a ras de suelo, y ausencia generalizada de codornices en los sitios habituales donde siempre se las cazaron.
Como muestra, destacar lo que señalaba a este diario el delegado provincial de caza de Valladolid, Jesús Hernández. «En mis 60 años como cazador nunca he conocido un año peor que este en la zona de La Parrilla, Montemayor de Pinilla e incluso Campaspero, que es donde más tarde se acaba de cosechar en la provincia de Valladolid. Estamos soportando una sequía atroz, aunque cayeran cuatro gotas la víspera de la apertura por la tarde, tenemos los cotos con el 40% de su extensión arada y así es imposible cazar una sola codorniz. En la primera mañana del día nuestra cuadrilla no hemos visto volar ni una y, lo que es peor, nuestros perros ni siquiera se han llegado a animar a lo largo de toda la mañana. Los cuatro tiros que hemos escuchado han sido en las zonas de laderas a los conejos, especie esta que me consta que ha sido la única que ha proporcionado alguna alegría a los cazadores vallisoletanos porque de codornices, nada de nada», señalaba el delegado vallisoletano.
Este balance se hacía extensivo a las provincias de la zona sur regionales como Segovia o Ávila, donde en la comarca de La Moraña los cazadores más afortunados colgaban una o dos codornices al cinto, lo mismo que sucedía en la zona salmantina de Cantalapiedra, donde para encontrar codornices hubo que entrar a lugares donde no está permitida la caza, al mantener frutos pendientes, como alfalfas o patatas, y donde la guardería particular de estos cotos también denunció a algún aficionado por meterse a cazar a estos lugares.
Entretanto, en Zamora los cazadores que cazaron en la ribera del Duero, en la zona de Toro, llegaron a alcanzar perchas con tres codornices, pero también se vieron a muchos aficionados con la escopeta al hombro y sin disparar un tiro en toda la mañana, a pesar de producirse alguna concentración de cazadores en las zonas de perdidos, que es donde en teoría deberían haber encontrado codornices.
Sin una codorniz
En Soria, el exdelegado de la Federación de Caza, José María Manzano, nos hablaba de un auténtico batacazo y así destacaba que en lugares como el Puerto de Oncala, Garray o Campillo de Buitrago hubo algún cazador que llegó a la media docena de codornices, pero la guardería del lugar encontró a más de 40 cazadores sin portar una sola codorniz. Por el contrario, en los campos de Gómara un par de escopetas con dos buenos perros cobraban dos decenas de codornices adultas, dejando de disparar a varios ejemplares más y fallando algunas, manifestando que en esta zona este año ha arrancado mejor que la última temporada.
En Palencia, en la zona de la Valdavia, eminentemente codornicera, fracaso estrepitoso, a pesar de tener un escenario ideal para la caza. En León, en la zona de Páramos o en los aledaños a Valencia de Don Juan, la media fue de seis a ocho codornices por cazador -si este tenía buen perro- y aquí la jornada estuvo bastante entretenida.
Entretanto, los más afortunados y a los que la moneda salió cara fueron un año más los cazadores de Burgos y así, el presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi, destacaba lo que ya había anunciado a este diario. «Sabíamos que había corros con codornices y en la mañana de ayer algunos tuvieron la suerte de abatir hasta dos docenas de ejemplares. Las noticias que me llegan en esta primera mañana es que en el Valle del Río Úrbel ha habido quien ha disparado a más de 30 codornices. También en El Valle de Losa se han alcanzado perchas entre la seis y doce codornices, lo mismo que en zonas como Barrios de Bureva o Las Merindades. Por el contrario se ha dado peor en las zonas altas de la provincia pero, cazando por las inmediaciones de los girasoles, que este año hay mucho sembrado, y maneando los perdidos y los regatos, el aficionado burgalés se ha divertido bastante más que el resto de los cazadores regionales. Casi siempre fue así y este año, a pesar de cómo está el campo, casi todo impracticable para la codorniz». Burgos, dentro de lo malo, defraudó bastante menos que el resto de las provincias.
Informa Leonardo de la Fuente para diariodevalladolid.es