Paloma torcaz. Las ciudades se inundan de manchas azules.

7 abril, 2011 • Pluma invitada

Los conocedores del carácter campestre de la paloma torcaz saben de sobra que es un animal sumamente inteligente y huidizo. Con el más mínimo movimiento, ante la más mínima sospecha, cambiarán de rumbo.

Esa inteligencia que las caracteriza, hace que se comporten en las ciudades del sur de Madrid como animales totalmente confiados, sin miedo alguno a las masas de gente o a los ruidos, pero en cuanto despliegan sus alas para ir a comer a 1 km de las ciudades, cambian el chip y se sumergen en su carácter campestre.

Antaño era difícil predecir sus migraciones, actualmente casi imposible. Apostados en la media veda o agazapados durante el invierno, son muchos los cazadores que persiguen a las apreciadas manchas azules, y estas, año tras año padecen la gran presión que se ejerce sobre  ellas. Quejas y más quejas entre cazadores descontentos que no hacen nada por mejorar la situación de nuestra torcaz.

 


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