La Junta de Andalucía defiende la caza en Cazorla, Segura y Las Villas para equilibrar las poblaciones de reses
La Junta de Andalucía defiende la necesidad de compaginar la preservación de la biodiversidad con la actividad cinegética en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Ha sido lo ha dejado claro el delegado territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Juan Eugenio Ortega, que ha salido al paso de la reacción por parte de IU tras una montería celebrada en este espacio natural de Jaén. Ortega ha señalado que el «único problema» ha sido por la junta de carnes, pues el despiece de las reses para el control sanitario y recogida puede resultar «desagradable».
La Junta de Andalucía ha defendido la necesidad de compaginar la actividad cinegética en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén) con la preservación de su biodiversidad tanto como mecanismo para garantizar el «equilibrio ecológico» y evitar «sobrepoblación» de especies como por el impacto que supone en la economía local.
Estudiará, eso sí, medidas para prevenir que cuestiones aparejadas a la caza, como pueden ser las juntas de carne «obligatorias» para el control sanitario de las piezas, puedan afectar al aprovechamiento turístico; de modo que «no se van a hacer en los espacios de uso público y en las proximidades de senderos o vías pecuarias que estén abiertas».
Así lo ha indicado en rueda de prensa el delegado territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Juan Eugenio Ortega, después de que IU rechazara la celebración de monterías en este espacio protegido por el «impacto negativo» para el turismo y ello denunciando la que tuvo lugar el 4 de febrero y que, según la coalición, se llevó a cabo en contra de la opinión de los agentes forestales responsables de su gestión y control.
Ortega, que ha estado acompañado por los alcaldes de Cazorla y Quesada, José Antonio José Rodríguez y Manuel Vallejo, ha defendido la gestión de la Junta en la Reserva Andaluza de Caza de Cazorla y Segura, de acuerdo al Plan Técnico de Caza que ha sido informado por la Junta Rectora del Parque.
Al hilo, ha recordado que en el parque se catalogan 2.228 especies, 215 plantas endémicas ibéricas, 110 andaluzas y 30 locales, que solo se pueden encontrar en esta provincia. «Mantener esta riqueza y compaginarla con otros recursos como la caza, el pastoreo o la agricultura se hace necesario porque en el parque no hay depredadores naturales y la administración tiene que controlar que no existan excesivas reses», ha declarado.
Ha añadido que el plan técnico de caza está en revisión, se está ultimando para los próximos cuatro años, de modo que ahora se basan en el anterior, «donde se establece el número de especies que se deben abatir para evitar superpoblación según los agentes de Medios Ambiente y técnicos en relación a los censos que se realizan».
En concreto, contemplaba 1.675 reses, de las que fueron abatidas 1.126, 280 de ellas a través de monterías y el resto por rececho. De las 32 monterías realizadas, diez fueron en montes públicos y 22 en privados. Ha subrayado, además, que «sólo cuatro monterías» se realizaron en la Reserva Andaluza de Caza, «lo que representa sólo algo más del seis por ciento de la superficie total».
Durante su intervención, también ha aludido al aprovechamiento de la caza como recurso natural renovable que repercute en el desarrollo económico, ecológico y social en las zonas rurales del parque y ha detallado que las 4 monterías llevadas a cabo en la reserva pública andaluza generaron 751 jornales, 493 permisos de rececho más otros 172 en los cotos de Segura y Campos de Hernán Perea.
«Estos permisos ofertados públicamente por la Consejería han supuesto unos ingresos aproximados de 88.000 euros de beneficios, teniendo en cuenta además que casi el 50 por ciento de los asistentes pernoctan al menos un día en el Parque», ha afirmado Junto a ello, ha apuntado que la actividad en la Reserva Andaluza de Caza supone unos ingresos de más de 200.000 euros, que sirven para cubrir los gastos de mantenimiento, personal y la Estación de Referencia de la Cabra Montés en la Nava de San Pedro; de manera que los ingresos repercuten en el Parque Natural.
Normalidad
Con respecto a la montería celebrada recientemente en Cazorla y a la que se refirió en concreto Izquierda Unida, ha explicado que se han abierto «diligencias previas», aunque ha hecho hincapié en que se realizó «con normalidad» y «total control» por parte de los agentes de Medio Ambiente.
Ha comentado que los agentes, el viernes día 3 sobre las nueve de la mañana le «hicieron llegar un escrito pidiendo la suspensión de la montería», tras lo que se reunió con el secretario general, el jefe de servicio, el coordinador provincial de agentes de medio ambiente «y vimos que no podíamos suspender una montería de un día para otro». En cambio, incidieron a los agentes en un «mayor control, sobre todo en niveles de seguridad».
«El único problema que ha habido ha sido la junta de carne», ha dicho en alusión a la imagen publicada sobre la misma. En este sentido, ha considerado que, «si bien puede resultar desagradable», corresponde precisamente a ese momento en el que «las reses son analizadas por un veterinario como obliga Sanidad para corroborar que su carne, muy valorada para consumo, no porta enfermedad alguna». Ortega, igualmente, ha manifestado que la directora del parque comunicó a la empresa concesionaria de las rutas turísticas que ese día iba a haber una montería «y le pide que no accedan a determinados sitios porque, entre otras cosas, hay que velar por la seguridad de las personas».
«Es verdad que la montería es hasta las tres, pero luego llega la recogida de carnes. Y a las cinco y media deciden entrar con un vehículo una excursión con varias personas a ver unas buitreras y se encuentran con la junta de carne», ha dicho. En ella, además, estaban un catedrático y alumnos de la Universidad de Murcia que colaboran «en proyectos de investigación sobre enfermedades como la sarna o la paratuberculosis mediante la toma de muestras».
Junta Rectora
Por su parte, el alcalde de Cazorla ha lamentado «la mala imagen que se ha querido dar del parque y su repercusión cuando se trata de una cuestión que se aborda y está totalmente controlada con todos los agentes implicados en el territorio a través de la Junta Rectora del Parque y de su Comisión de Desarrollo Sostenible». Rodríguez ha señalado que una junta de carne «no es agradable, pero es obligada por Sanidad», por lo que quizás sea necesaria «más cautela» en este aspecto.
El alcalde de Quesada ha defendido, asimismo, el valor de la actividad cinegética como un activo importante del parque, además de ser un instrumento necesario para controlar la «superpoblación» de especies que ocasionan «numerosos daños y pérdidas en el olivar y huertas de la campiña». Junto a ello, Vallejo ha situado esta polémica en «la estética de la caza» y ha instado también «a cuidar mucho la estética».
En este sentido, el delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha explicado que en la reunión que mantuvo con empresarios del parque hicieron propuestas «razonables» que estudiarán en la comisión de desarrollo sostenible. Entre ellas, ha manifestado que «no se van a hacer juntas de carne en los espacios de uso público y en las proximidades de senderos o vías pecuarias que estén abiertas».
Informa 20minutos.es
Hay sólo 1 comentario. Yo sé que quieres decir algo:
» HORREUR SAPRISTI…. UNA JUNTA DE CARNES», que barbaridad, que espectaculo tan nefando, que ofensa a la sensibilidad…. eso si, si se presente zamparse un buen lomo de venado( o de cierva), bien venido sea…….