La hora de cazar la perdiz roja con reclamo

18 enero, 2017 • Opinión

La caza de perdiz roja con reclamo es una modalidad cinegética que no deja indiferente a nadie, venerada por algunos cazadores y poco admirada para otros, que alegan que no se le da ninguna ventaja al pájaro perdiz al no dispararlo en movimiento. Pero considero que es una de las más bonitas y selectivas que existen en la actualidad, ya que el cazador elige si tirar al macho o a la hembra. Además, este tipo de caza es de las más antigua que se conocen y existen documentos que así lo acreditan, ya que antes de la invención de la pólvora los árabes la practicaban en la península ibérica con redes.

Para que esta modalidad de caza tenga éxito hay tres premisas fundamentales, de obligado cumplimiento. Lo primero es tener un buen reclamo, con un cante variado y atrayente; en segundo lugar es necesario que haya pájaros —es decir, un coto con abundancia perdicera—, y finalmente, disponer de tiempo para ir, ya que no serán pocos los días que los viandantes, los esparragueros, la climatología (el viento hace imposible a las perdices interactuar) o las rapaces sobrevolando echarán al traste más de la mitad de los días de caza.

Reclamo

Para poder disfrutar de esta modalidad, lo más importante para obtener resultados es disponer de un reclamo lo suficientemente hábil y dispuesto como para que atraiga a la caza, valiente en el canto para los machos y atrayente para las hembras. El reclamo dispone de varios tipos de canto para atraer al ‘campo’ a la plaza. Entre ellos podemos destacar los regaños, piñones, dar de pie, recibos… Cuidar nuestros reclamos -en especial tras el verano cuando mudan sus plumas- será determinante, cambiándole con asiduidad la tierra de sus terreros o el agua diariamente. Así, hasta cambiarlos a la jaula a principios de diciembre. Existen cantidades desorbitadas de varios miles de euros que se pagan en el mercado por un reclamo de categoría, y no es para menos, ya que para los entusiastas de esta práctica es el eje sobre el que se articularán gloriosas tardes de caza o frustrados días de frío.

El proceso se inicia cuando el bando de perdices inicia la separación del clan familiar en pares o parejas. La perdiz roja autóctona (Alectoris rufa), como toda gallinácea, atraviesa a la largo del año por una fase de celo previa al apareamiento y posterior nidificación. Esto es lo que se conoce como celo y es otra de las variables clave en esta modalidad. Sin este no hay pelea, produciéndose esta caza en estas fechas por ser entonces cuando la perdiz se encuentra encelada y preparada para su reproducción. Hay que tener en cuenta que el celo intenso de las patirrojas dura menos de un mes y no será el mismo para zonas de menor latitud que otras. De ahí el galimatías de fechas de apertura y cierre. A priori, si todo va como debe en base a la climatología hasta la fecha, este año habrá un buen celo y no será tardío.

Existe un refrán relacionado con la caza de la perdiz con reclamo que reza «Por San Antón, cada perdiz con su perdigón». Y es que el día 17 de enero (día de San Antón Abad) es una fecha bien marcada en el calendario para cualquier jaulero o reclamista que se precie, aunque últimamente, y por tener Andalucía una orografía tan diversa, las fechas de apertura y cierre difieren de una zona a otra, coincidiendo pocas veces el inicio de la misma con este día. Esto origina una controversia bastante elevada entre los jauleros, dado que tienen que adaptarse a las fechas, que acertadamente para algunos, y no tan acertada para otros, les impone la Administración.

José Miguel Morales

Informa diariosur.es


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