Crónica de Montería La Moña de Monteros de Encinasola
Un nuevo día de caza amanecía el 22 de noviembre para Monteros de Encinasola. Como siempre, el punto de reunión en el Hotel de dicha localidad.
Con un poco de retraso, iban llegando los monteros perezosos por la extendida jornada del día anterior. Tras el clásico desayuno, Paco Berjano tomaba la palabra y dictaba las últimas indicaciones antes de empezar el sorteo, el cual se realizaría por armadas.
Las diez y veinte marcaba el reloj en este día soleado aunque ventoso, cuando salía hacia el cazadero el primero de los cierres. Los monteros fueron ocupando sus posturas y a medida que entraban los cazadores a la mancha, las reses iban incrementando el movimiento, pudiendo escucharse numerosas detonaciones, mientras se montaban las traviesas y durante los instantes previos al sorteo. Las reses, que se encontraban en las llanas, buscaban la parte alta de la finca para resguardarse en el espeso montarral con que cuenta esta parte del Campillo.
Sobre las doce, se soltaron las rehalas, y desde este mismo momento, hasta que se sacaron los perros de la mancha, no pararon las ladras en el barranco más profundo de La Moña. Los disparos, se fueron escuchando alternos por todas las armadas, no faltando en ninguna de ellas los lances.
Sin embargo, cosas del destino, la caza no se repartió equitativamente. Hubo monterías que decían haber tenido el puesto de su vida y, sin embargo, otros como el que suscribe, estuvimos rifle en ristre durante toda la jornada, sin suerte.
Así, el amigo “Juan Calaña”, se hacía con dos venados y 1 jabalí, fallando otros dos cochinos, que todavía estarán corriendo, según él. En el número uno, del Cierre del Campillo Alto, Don Manuel Gullón, se hacía con dos venados y un jabalí, o José Contreras, que en el número uno de la traviesa del pantano se hacía con tres venados y otro jabalí. Otro montero, que me pidió expresamente no mencionase su nombre, ni su postura, consiguió hacerse con una cierva, habiendo tenido 18 lances distintos, sí, leen bien, 18 lances a cochinos, venados y ciervas, siendo tres, las ocasiones en que disparó sobre las últimas. Pero el protagonista de la jornada, fue ese cochino viejo, que aguantó hasta última hora, para abandonar el cazadero por las llanas, y que con mano diestra, Francisco Galvín, de Lepe, consiguió abatir de certero disparo en el número dos de la traviesa del pantano. Cochino, que además a buen seguro ronda la Plata.
De noche cerrada, se terminaban de sacar las reses al plantel, en una finca muy quebrada y donde las mulas tuvieron que darlo todo para llegar a tiempo.
El número total de reses cobradas fue de 19 venados, destacando 4 de ellos de muy buen porte y uno muy curioso con tres cuernas, 16 jabalíes, con el espectacular del Cierre del Pantano y dos navajeros más y 17 ciervas, que completaban el número de una buena jornada de caza.
Puestos: 56.
Rehalas: 20.
Número de hectáreas: 600 hectáreas en abierto.
Resultado: 19 venados, 16 jabalíes (1 plata) y 17 ciervas.
Crónica de montería por Carlos Casilda.