Muerte de perdices y faisanes en Cádiz: la opinión del cazador

1 noviembre, 2010 • Noticias de caza, Noticias de empresas

Hace unas semanas nos llegó un comunicado de la Federación Andaluza de Caza sobre la muerte masiva de perdices y faisanes en la provincia de Cádiz.  Ponía de manifiesto el descontento de los cazadores gaditanos por la actuación de la administración andaluza

Las sociedades de caza afectadas rechazaban las causas indicadas alegadas por la Administración, es decir, que la mortandad se debiera a una elevada densidad de aves agrupadas en bebederos y comederos, creyendo éstas, que debería haberse manifestado el verdadero causante del problema: el manejo intensivo de aves.  Además, a día de hoy, no se ha llegado a aclarar la incidencia y repercusión directa de las infecciones víricas y bacterianas sobre la mortandad de los ejemplares.

Manifiestaban las sociedades afectadas, que quizá sería recomendable un tratamiento especial de las sueltas y repoblaciones de perdiz en la zona afectada, hasta que volviera a reinar la calma.

Nosotros quisimos pulsar la opinión de los cazadores gaditanos registrados en Cazaworld.  Les enviamos el comunicado y les pedimos la opinión.  Agradecer desde aquí la participación y las respuestas que nos habéis transmitido.

Las respuestas recibidas se dirigen hacia la misma dirección, y es que, los cazadores siempre hacen referencia a la suelta indiscriminada de perdices de granja, que según ellos, es la causante de las bajas que se están sucediendo en varios cotos de ésta bonita provincia.

Han mencionado, que aunque está prohibido por la ley, es muy común el que se realicen sueltas de perdiz chukar, con el fin de repoblar o de apoyar las poblaciones de perdiz, con la intención de aliviar la presión cinegética.

La segunda conclusión a la que hemos llegado, es que igual que los comederos y bebederos se pueden utilizar para aportar medicamentos, que es lo que se debe hacer para solucionar el problema actualmente presente, también son vectores de transmisión de enfermedades. Y ahí es dónde puede estar la esencia de todo el problema, ya que las perdices de granja están expuestas a una serie de parásitos que no corresponden a los que tienen las poblaciones naturales.

Por tanto, se debe actuar en dos frentes: aplicación de la ley para evitar la suelta de perdiz cuando no esta permitido y en un estudio más profundo de los efectos de los comederos y bebederos para que no supongan una fuente de enfermedad, encontrando soluciones alternativas y más creativas.

Enviaremos un comunicado a la federación andaluza para ayudar en lo posible en la resolución de este problema.


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