Hacia una nueva era de records en caza programados
El año pasado, una revista conocida española, ofreció en exclusiva, un record de venado conseguido en la finca «El Pimpollar». Aunque el rececho se produjo en el 2010, no fue hasta este año que se consiguió la homologación y se vió que el ADN era puro.
Hasta aquí, todo genial. Una revista había conseguido una noticia importante ya que los records siempre llaman la atención. Además, se consigue muy buena publicidad para la finca.
Curiosamente ahora, esa misma revista, anuncia otro posible record para este año, realizado en tierras extremeñas. Se habla de un gran reportaje en las páginas de la revista, con todo lujo de detalles y con la narración de las horas del rececho.
¡Con lo caros que están de conseguir los records! y ellos ya van por el segundo reportaje. Como acto de notoriedad, es relevante. Pero la cuestión aquí es hacia donde nos dirigimos.
Parece claro que hay una tendencia nueva a generar venados de record, llevar a un cazador que pague por él y a la revista que también aportara su parte por la exclusiva. ¿Existe algún problema?, en si mismo, no. Si el cazador es consciente de lo que va a hacer, esta en su derecho de recechar un record, si además paga un buen dinerito.
Sin embargo, corremos el riesgo de desnaturalizar el proceso de obtención de records. La sucesión de los mismos, dejará de ser noticia relevante y se entrará en una batalla entre algunas fincas por crear «monstruos». Y al lector, le dejara de interesar.
Creo que el debate esta abierto y que sería bueno ver diferentes opiniones para ver si el camino emprendido se ve de manera positiva o no tanto.